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viernes, 27 de marzo de 2015

El punto Feng Fu: un truco diferente para sentirse bien

En la medicina china, el cuerpo es considerado como un sistema de energía. La acupuntura y los masajes afectan el flujo de energía y la función de sus órganos.
Bajo este concepto se ha descubierto que el uso de un cubo de hielo, en cierto punto de la cabeza, puede traer muchos beneficios para nuestra salud.

Existe en nuestro cuerpo, justo entre la confluencia de la cabeza y el cuello, un punto llamado por la acupuntura china como Feng Fu, que se traduce al español como palacio del viento. Este es un punto ideal para estimular, ya que ejercer presión allí trae beneficios para nuestra salud.


La acupuntura nació en el valle del río Amarillo, al norte de China, y es parte de la medicina tradicional china. El fundamento de esta práctica se basa en la existencia del qi (pronunciado chi) literalmente “aire, aliento, disposición de ánimo”. Es un principio activo que forma parte de todo ser vivo y que se podría traducir como “flujo vital de energía” . Una especie de energía electromagnética que circula por el cuerpo en base a ciertos recorridos preestablecidos, llamados meridianos.

Estas vías se encuentran atravesadas por unos puntos conocidos como pozos o puntos de acupuntura, los cuales constituyen una puerta de entrada para estimular la circulación de la energía en su correspondiente meridiano. La técnica de acupuntura se basa en ubicar agujas metálicas en estos puntos concretos del cuerpo. Dichos puntos constituyen la llave para tratar ciertas dolencias, y están relacionados entre sí por los diferentes meridianos o canales.


La acupuntura plantea que cuando aparece una enfermedad, esta no es más que la acumulación o deficiencia de la energía en algún lugar del cuerpo. Para regularizar su circulación se recurre a la punción por medio de las agujas que se sitúan en los correspondientes pozos. El Feng Fu es uno de estos puntos y constituye un lugar de alto potencial energético. Su función, entre otras, es promover la conexión entre cabeza y cuerpo.

El método de estimulación del punto Feng Fu no cura enfermedades, pero puede devolver el equilibrio físico, rejuvenecer el cuerpo y dar un fuerte impulso de la vida.

Además puede tener beneficios como:


- Mejorar el sueño.


- Ayudar al sistema digestivo.


- Eliminar resfriados frecuentes.


- Disminuir el dolor de cabeza, de muelas y en las articulaciones.


- Mejorar la respiración y el sistema cardiovascular.


- Ayudar con la artritis, hipertensión e hipotensión.


- Curar infecciones gastrointestinales y de transmisión sexual.


- Administrar trastornos de la glándula tiroides.


- Mejorar el asma.


- Ayudar con trastornos en el tracto gastrointestinal, obesidad y malnutrición.


- Reducir la celulitis.


- Arreglar trastornos menstruales, impotencia, frigidez, problemas endocrinológicos o infertilidad.


- Ayudar a trastornos psico-emocionales, estrés, la fatiga crónica, depresión e insomnio.


¿Cómo hacerlo?: Acuéstate y coloca un cubito de hielo directamente sobre la zona Feng Fu, la cavidad de la parte posterior de tu cabeza descripta anteriormente. Sentado también lo puedes hacer. Asegúrate de sostener el cubito de hielo en ese lugar durante 20 minutos. Puedes utilizar un vendaje, una bufanda o cualquier otra cosa que encuentres útil para asegurar el cubito de hielo en el lugar.


Puedes repetir la rutina por la mañana antes de comer o beber cualquier cosa, y por la noche antes de irte a la cama. Debes hacer un descanso de 2 días entre rutinas.

Al principio podrías sentir frío, pero al cabo de 30 o 40 segundos, sentirás cómo el calor va directo al punto Feng Fu. Algunos experimentan euforia los primeros días debido a la liberación de endorfinas en el torrente sanguíneo.

Las contraindicaciones para su estímulo son: durante el embarazo, en caso de usar marcapasos, si se sufre epilepsia y en caso de esquizofrenia. Además, si usted sufre de alguna condición especial, lo mejor es siempre consultar a un médico o profesional antes de enfrentar cualquier tratamiento.

FUENTE: http://www.labioguia.com/el-punto-feng-fu-un-truco-diferente-para-sentirse-bien/

miércoles, 25 de marzo de 2015

Problemas familiares y enfermedades: cura tus relaciones y recupera la salud

Publicado por: Eva (Redactora GHB) en Terapias alternativas 25 marzo, 2015 0




Si te enojas, desesperas o te duele algo que hace un amigo, vecino, vendedor, etc., puedes quizá optar por alejarte y listo. Pero, si tu hijo, pareja o parientes son quienes te frustran, irritan o los que te ponen los pelos de punta, ¿qué haces? ¿te alejas?

Tener problemas familiares es una de las cuestiones que más puede afectar la salud, pues los parientes suelen ser en la mayoria de los casos nuestras relaciones más cercanas y frecuentes. Y si en la familia se mueven emociones como enojo, decepción, tristeza, amargura, etc., y no sabemos muy bien como solucionarlo, entonces podemos empezar a generar mucha tensión, inconformidad, y todo tipo de actitudes quiza muy forzadas o poco sinceras para poder convivir de la forma más amable u armónica con ellos.

Veamos algunos casos habituales de problemas familiares. Por ejemplo:

Si no te gusta como algún familiar te habla o trata, puedes pensar cosas como:

“Déjalo pasar” o “Me irrita que me grite pero mejor no armo lio y me callo …”, etc.

O aveces también se puede desahogar lo que se siente, y vienen los gritos, reclamos, discuciones, exigencias, etc.

Sin embargo, ya sea frustrar el enojo o desahogarlo con quien sentimos es el responsable, puede causarnos verdadero estrés sobre todo si esto frecuente y prolongado, y el organismo, al estar constantemente a la defensiva o con severos sentimiento de rechazo o insatisfacción, tratando de mantener, arreglar o componer situaciones que ya no nos satisfacen, puede empezara a deteriorarse en verdad.

Además en la familia también puede haber otro tipo de cuestiones más complejas y profundas, como cuando se vive, por ejemplo, la traición, la mentira o el abuso, ya sea emocional o físico. Y si el familiar que agredió, mintió o traicionó esta cerca de nosotros a menudo, no será cosa fácil poder dominar lo que se siente.

Sera difícil no sentir enojo, rechazo, violencia o distancia emocional con esas personas. Y, si, a esto le sumamos que en algunas familias se mueve cierto tipo de educación, como:

“No demuestres que estas triste”

“Debes ayudarlo, es tu hermano, tu tío, tu prima, etc.”

“No dejes que te saque de control”

“No te quejes”

“No seas celoso”

“Se buen niño, buena niña, y no pidas nada”

“No debes tener envidia”

“No le digas eso porque se enojará”

“No les digas tus logros porque pensaran que eres presumido”

Entonces la presión dentro del cuerpo puede crecer mucho y llegar a ser en verdad agotadora y desgastante. Estar bajo esta tensión constante, e intentar ser algo que no somos, y tener que sentir cosas que no sentimos, y no poder expresar ni dejar fluir lo que sentimos, acabará poco a poco enfermando al cuerpo, quien estará contenido y muy limitado a las circunstancias externas que ya no se desean o no se sabe como transformarlas.

La resignación o el tratar de servir, complacer o poner antes a los demás, es un control excesivo de nuestra personalidad, y esta contención de emocional a la larga causara profunda depresión y tristeza, sentimientos de confusión, apatía, etc., así como sentimientos de irrealización y una larga lista de enfermedades derivadas de esto.

Muchas personas se sienten obligadas a dar y servir y son capaces de anularse ellas mismas en favor de la familia, la cual, además, puede ser en ocasiones muy exigente y demandante. Esto es un problema familiar muy común.

¿Cómo lidiar con los problemas familiares?

Cuando los problemas familiares son problemas de comunicación o de enojos pequeños y ordinarios, se puede empezar por estas claves:

No niegues lo que sientes. Aprende a reconocer lo que te enfada y quieres realmente, y a ser sincero y honesto contigo. Olvídate un poco de dar explicaciones a los demás y olvídate un poco más de lo que te enseñaron porque, aunque tus padres o quienes te criaron lo hicieron con la mejor intensión, pueden ser valores que ya no te estén sirviendo para crecer.

Reconoce que si se vale enojar, tener celos, tener envidia y sentir incluso violencia. Todo esto es muy normal y es parte del crecimiento, permitirse sentir emociones espontáneamente. Y esto no significa que le empieces a gritar a todos lo que sientes. No. Significa que empiezas a comprender que se vale sentir, pero que las emociones son una responsabilidad tuya, y quien debe aprender de ellas eres tu primero.

Así que apunta lo que sientes, no lo juzgues, y desahógalo en un lugar donde estés tu, a solas. Trata de no contestar ni tratar de arreglar nada antes de que no hayas desahogado y comprendido el mensaje de lo que sientes.

Las emociones son responsabilidad tuya. En realidad nadie te puede hacer enojar. Uno se enoja porque tiene algo que aprender. El enojo es realmente una debilidad, no es una fortaleza. Si algo te enfada, trabaja esto contigo, no con los demás. Sabe que es muy complejo y una tarea muy ardua tratar de cambiar a los demás. Te cansarás y frustrarás a menudo. Si algo no te gusta de tu familia, empieza por cambiar tu, y ya verás los resultados.

¿Y qué tienes que aprender de lo que te enfada o causa dolor? Bueno. La respuesta puede ser profunda y puede depender de cada situación. Pero, por lo general, lo que más tenemos que aprender de lo que nos irrita o duele es a darnos lo que más sentimos nos falta, y a no darnos o no hacer lo que sentimos no nos gusta o desagrada de los demás.

Por ejemplo: si no te gusta que un familiar trate a los niños con castigos y amenazas, o que te grite o sea indiferente, o que abuse de ti, quizá lo que tengas que aprender es a no tratarte tu así. A veces no notamos la forma en cómo nos tratamos, y queremos enseñar a los otros a tratarnos de cierta forma cuando nosotros no lo hemos entendido ni las hacemos con nosotros. Observa si no eres indiferente contigo, o te hablas o tratas severamente, y no lo notas. Recuerda una clave: tus familares te trataran de una forma muy semejante a como tu te tratas.

Siempre que desees hacer algo, piensa primero en ti. Muchas veces tomamos en cuenta a todos en la familia y nos dejamos al último. Esto en realidad no es algo, digamos, malo, pero si lo haces a menudo te empezaras a frustrar, a hacer sentir mal, y poco a poco quizá vayas generando sentimientos de irritación o de fuerte contención. Evita pensar que eres egoista por no tener primero en cuenta a la familia. Sólo recuerda que, si tu estas bien, todos los demás lo estarán.

Aprende a poner límites: hay quienes en verdad no saben decir que no y se sienten muy comprometidos con los asuntos familiares o, sienten que deben ser el apoyo de la familia, o que son el alma de la fiesta, o que sin ellos hay desarmonía. Es muy importante que observes cuando te estás sintiendo importante a través de la familia, porque a veces alimentamos nuestro sentido de importancia pensando cosas que, a final de cuentas, nos causan más distancia con nosotros.

No trates de mantener siempre a todos unidos, porque muchas veces la desunión ayuda a crecer nuevas actitudes y formas más grandiosas de ver la vida, y es algo que no siempre podemos hacer con los demás, sobre todo con las personas que nos conocen mucho y ya tienen cierta idea de como somos y lo que pensamos. A veces cuesta crecer con los familiares porque quizá los demás no querrán que nosotros cambiemos o seamos lo que de una nueva forma, porque de algún modo están esperando que nosotros siempre seamos iguales.

A veces, es bueno alejarse un rato de quienes sentimos nos frustran o nos provocan mucho enojo. El tomar distancia puede hacernos ver las cosas de diferentes perspectivas y ayudar a trabajar mejor nuestros enojos o diferencias.

Y bueno, esto te ayudará a llevar mejor estos problemas familiares. Si sientes hay problemas más graves o profundos con tu familia, puede seguir los mismos pasos. Tener hijos tampoco es fácil. Pero tu trabajo tiene que ser más pausado y profundo, porque quizá las cosas que tienes que aprender de los demás las aprenderás con el paso del tiempo, cuando aprendas a tener tu vida y a realizarte. Si sientes que alguien te hizo algo muy malo, y no puedes perdonar, entonces ve a mi artículo del perdón, cuyo enlace se adjunta abajo:

  Perdón: pero no hay nadie a quien Perdonar

Fuente: http://www.vivirsabiamente.com

http://hermandadblanca.org/problemas-familiares-y-enfermedades-cura-tus-relaciones-y-recupera-la-salud/

domingo, 1 de marzo de 2015

Meditación Zen – Las 13 vías de la meditación









Dentro de los 13 caminos de la meditación, el Zen es parte esencial al adentrarnos en el mundo de la meditación.

En este mismo instante que estás leyendo este artículo tu atención está focalizada en las líneas que estás leyendo, tu atención esta dirigida a comprender el significado de lo que estás leyendo, aunque suele ocurrir con mucha frecuencia que esto no sea así y tu atención este dispersa en varios pensamientos al mismo tiempo, con la añadidura de cierta prisa por acabar el articulo y pasar a otra cosa. Una técnica cercana al Zen sería la de hacer lo que estás haciendo la de hacer tan solo lo que estás haciendo incorporando la atención completa al instante presente, de esta forma estarás atendiendo con calma a la lectura además de ampliar el foco de atención a todo lo que ocurre en ti en este instante presente. Si estamos limpiando el polvo de los muebles de nuestra casa sentiremos como el plumero se desliza por la madera y sus diferentes texturas, captaremos cualquier sensación abiertos a cualquier cambio que se pueda producir mientras solo limpiamos el polvo y solo importa lo que estamos haciendo en este instante.

Cuando nos sentamos a meditar en Zen sería como invertir el proceso anterior, en vez de focalizar desfocalizaremos para no hacer nada, solo sentarse, solo la respiración en el vientre, solo ser. Por tanto todo lo que ocurra dentro y fuera de mi sucede y por tanto lo acepto sin más.

Una práctica para comenzar con la meditación Zen o ZaZen, una vez nos sentamos en postura (loto, medio loto u otras variantes de posturas en las cuales la espalda esté lo más erguida posible y el mentón metido hacia adentro) sería la de alargar la respiración al espirar, apoyando la inspiración en el plexo solar o boca del estómago y la expulsión en el bajo vientre, lugar en donde se haya nuestro almacén de energía (dan tien). Al sentarse implica mirar con los ojos entreabiertos, donde solo se entrevera lo que está a unos 45 grados delante nuestro, de esa forma ayudara a estar presente en el instante sin hacer nada, solo respirar en el vientre de forma tranquila y sin esfuerzos.




Una práctica para iniciarse en la meditación Zen sería:

POSTURA: loto, medio loto u otras variantes de posturas en las cuales la espalda esté lo más erguida posible y el mentón metido hacia adentro.

MIRADA: al frente y a 45 grados, con los ojos entreabiertos vislumbrando sin prestar especial atención a ningún objeto. Esto ayudará a estar presente en el instante sin hacer nada.

RESPIRACIÓN: alargar la respiración al espirar, apoyando la inspiración en el plexo solar o boca del estómago y la expulsión en el bajo vientre, lugar en donde se haya nuestro almacén de energía (dan tien).

MENTE: hay que diferenciar entre pensamientos y mente, los pensamientos vienen y van y no haremos nada para retenerlos tan solo dejar ser, esto permite disolver emociones y mantener la focalización en el eterno ahora.

Hay multitud de variantes par trabajar este tipo de meditación:



1- Una buena respiración para aliviar la ansiedad ante cualquier situación o antes de comenzar nuestra meditación diaria sería la de realizar una docena de respiraciones en donde modificamos la naturaleza de la espiración. O sea, que si de normal el abdomen se contrae al exhalar ahora voluntariamente lo hincharé y empujaré, sobre todo el bajo vientre, hacia abajo y hacia fuera. Esta respiración ayuda a liberar las angustias que se producen en el plexo y transformarlas en una fuente de energía pura en “dan tien” por lo que esta respiración está especialmente indicada para personas en crisis emocional.

Un método práctico de emergencia para salir de un ataque de ansiedad en un momento de apuro es el de hinchar un globo pequeño, de los de agua, ya que nos obliga a realizar el ejercicio ya explicado. En la acción de intentar hinchar el globo el abdomen recibe un sobre esfuerzo tras el cual se haya la distensión y relajación de la musculatura abdominal.

2- Mantener una pregunta o Koan sin esperar respuesta alguna, intentando que la mente se diluya ante una pregunta no racionalizable y de difícil comprensión. La más clásica para empezar es “¿QUIÉN SOY YO?” o un koan clásico:”MUESTRAME EL SONIDO DE UNA SOLA MANO AL APLAUDIR” “El universo entero es MU, ¿QUÉ ES MU?”.

3- Contar las Respiraciones. Se cuentan las respiraciones de 1 a 10, bien en la espiración (mejor para los principiantes) o en la inspiración (más difícil). Si pierdes la cuenta o llegas a diez comienza de nuevo. Para veteranos podemos contar 108.




4- Meditación de la Mente Clara

Esta forma de meditación consiste en simplemente sentarse y ser consciente de lo que ocurre justo en el instante. En este ahora eterno, es un instante donde se oyen los pájaros cantando, voces de niños jugando, un portazo y como no, mi propia ansiedad si la hubiera junto a mis nervios y cualquier movimiento interno o externo. Todo pertenece al presente y debe de ser aceptado sin condiciones. En la mente clara no existe nada que sea considerado molesto, todo es como es. Este tipo de meditación entra en un nivel donde se ha pasado por las anteriores prácticas.

En conclusión podríamos decir que el Zen es una herramienta muy útil y una forma de vida para mantenerte en tu centro, desarrollar el poder personal de realización, presencia y enraizamiento.

Fuente: Meditarte


Publicado por el sendero del mago
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