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sábado, 25 de abril de 2015

Tiene 114 años y da sus secretos de longevidad



Solo consume frutas y verduras orgánicas y un poco de salmón. Camina todos los días y se prepara batidos a los que le agrega una receta mágica a base de ajo y aceite de oliva. Dice que todo lo que sabe lo aprendió de su padre, un médico y herbalista que murió a los 107 años sin haberse enfermado nunca.


En septiembre de 2014 Bernardo LaPallo cumpliò 113 años. El “joven anciano” de Arizona atribuye su longevidad al consumo de muchas fruta y verdura orgánica, y a descartar por completo alimentos procesados y comidas rápidas. Le gusta también el salmón, que consume dos veces por semana acompañado por ensalada.


Se prepara lo que el llama “superbatidos”, que incluyen zanahoria, remolacha, col rizada, espinaca y brócoli. Otra de sus recetas incluye zumo de naranja hecho en el momento, combinado con plátano maduro, arándanos y un ingrediente clave que prepara él mismo a base de ajo.


En 1906 empezó a aprender los secretos de longevidad de su padre, un médico y herbalista brasileño que murió a los 107 años sin haberse enfermado nunca. Él le enseñó que hay que nutrirse bien, moverse, hacer ejercicio y nunca desestimar el valor de la fe.


Bernardo acompaña su dieta sana con una infaltable milla y media (2,4 km) diaria de caminata. Su filosofía se basa en la idea de que “eres lo que comes”, y hay 5 alimentos que según le transmitió su padre, son un pasaporte a la longevidad.


1. Ajo: Bernardo asegura que es conveniente hacerse fan de él y agregarlo a todos los platos ya que tiene muchas propiedades, como ayudar a prevenir el cáncer, desintoxicarse, tratar dolores y combatir la tos. Para eliminar el aliento fuerte que deja aconseja masticar ramitas de perejil, o incluirlas en la receta que lleve ajo para neutralizar su fuerte sabor. Él prepara una pasta que combina dientes de ajo con aceite de oliva que conserva en la heladera, y le agrega una cucharadita diaria a sus licuados de vegetales. “Es antibacteriano, rico en vitamina C y fortalece el sistema inmune. Pero hay que comer los dientes frescos, no píldoras”, aconseja.


10 razones para comer ajo cada día


2. Miel: es un alimento que agrega años de vida y mejora la salud en general. Tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas, antisépticas y antioxidantes


Dulces beneficios de la miel
3. Canela: es rica en fibra, manganeso y calcio. Además de aportar su rico sabor es un medicamento natural capaz de ayudar a controlar la diabetes, prevenir el cáncer y aliviar la artritis.


El poder de la canela
4. Chocolate: el cacao puro es un super alimento enviado del cielo que puede mantenernos sanos, además de tener un sabor delicioso. Es rico en flavonoides, antioxidantes y componentes antiinflamatorios


Beneficios del chocolate
5. Aceite de oliva: es rico en grasas beneficiosas que mantienen la salud del corazón y el cerebro, previene el deterioro cognitivo y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Bernardo dice que lo usa “por dentro y por fuera de su cuerpo”, y sugiere tomar una cucharadita por la mañana. También sugiere darse una ducha antes de acostarse para abrir los poros, frotar la piel con una toalla y masajearla con aceite de oliva. “Y no temas que engrase las sábanas ya que a los 15 minutos fue absorbido por completo”, advierte. “Yo lo usè siempre, no tengo arrugas y mi piel es suave y sedosa”, se ufana.


Beneficios del aceite de oliva
En una entrevista para la BBC para un documental llamado “Come para vivir para siempre”, Bernardo habló desde su hogar en Arizona con el critico de comidas Giles Coren. Le explicó su filosofía de vida y compartió sus secretos, entre los cuales está la importancia de consumir alimentos naturales, tal como los da Dios. Y tener moderación y obediencia. “Como yo, que hice lo que me dijo mi papá”, explica Bernardo.


Fuente: LA BUENA VIDA

Por qué los laboratorios medicinales no quieren que tomemos agua de mar

Por Esteban Owen

Estamos acostumbrados a pensar que el agua de mar no se puede tomar. Es que así nos lo han hecho creer y, aunque naturalmente no se nos da por tomarla, sencillamente porque nos sabe demasiado salada, lo cierto es que, en primer lugar es una falacia (cuando no una vil mentira) y, en segundo lugar, el agua de mar es tan rica en nutrientes y minerales que si la consumiéramos habitualmente gozaríamos de “demasiada” salud y podríamos prescindir en gran medida de los médicos y –he aquí el problema mayor– de los laboratorios.

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Laboratorios que, por cierto, son los principales interesados en que la población no conozca los beneficios que se derivan del consumo de agua de mar y, por el contrario, que sigamos creyendo que el agua de mar no es apta para el consumo humano.

Vamos a explicar un poco de qué estamos hablando.

Antes de hablar del agua de mar, sus propiedades y beneficios, tal vez convenga detenernos brevemente en la sal que más suponemos conocer, la que usamos cotidianamente en nuestra cocina y en nuestras mesas familiares. ¿Qué dicen de ésta los promotores de la alimentación y la salud “alternativas”? Sal de mesa “refinada” para asegurar que nos enfermemos Ellos dicen que, a diferencia de la sal marina pura, que contiene 84 elementos de gran valor para la salud humana, durante el proceso de “fabricación” de la sal fina (o de mesa), ésta es “lavada”, proceso durante el cual pierde algas microscópicas que fijan el yodo natural en el organismo, y que éste es importante para la prevención del bocio. También se elimina azufre, magnesio, calcio y otros elementos esenciales, con el propósito declarado de “blanquear” el producto y hacerlo más vistoso para los consumidores.


Pero ahí no termina el proceso de industrialización. Una vez “blanqueada”, la sal fina es “enriquecida” con aditivos químicos que evitan la formación de cálculos, pero estos químicos no son naturales y resultan perjudiciales para la salud. Y aunque la sal fina es más agradable a la vista, cuando la probamos en grandes cantidades resulta desagradable al paladar, mientras que una piedra de sal marina puede llegar a ser muy agradable.

La sal sin refinar provee al cuerpo numerosos minerales esenciales, en cambio la refinada, además de haber sido despojada de casi todos ellos (salvo dos), contiene aditivos dañinos y silicato de aluminio, uno de los principales causantes de la enfermedad de Alzheimer.

Ahora vamos un poco a los hechos: los promotores del consumo deagua de mar explican –y suena muy razonable– que el mar es como un delicioso y saludable “caldo”, producto de la disolución en sus aguas, durante millones y millones de años, de toda la riqueza vital de la tierra, arrastrada por ríos provenientes de montañas, llanuras, pantanos, rocas y cascadas, más el constante flujo y reflujo de las mareas carcomiendo las playas y acantilados de los miles de kilómetros de costas continentales e isleñas en toda la superficie del planeta, para no contar el propio lecho marino. Sobreviviendo con la “sopa” oceánica

De hecho, “náufragos voluntarios” dispuestos a demostrar la falacia del supuesto de que el agua de mar no se puede tomar (si eres náufrago puedes morirte de sed y de hambre flotando sobre la más deliciosa sopa que pueda existir jamás), sobrevivieron días enteros bebiendo esa agua y alimentándose de ella. Claro: hay que saber cómo hacerlo, cosa que explicaremos inmediatamente.


El agua de mar tiene una concentración de 36 gramos de sal por litro, mientras que nuestro organismo tiene 9 gramos por litro. Si tomáramos el agua marina así sin más, la concentración de sal en nuestro cuerpo subiría tanto que los tejidos deberían liberar agua para que la concentración de sales volviera a 9 gramos por litro. Eso conduciría a diarreas y a la deshidratación. La solución puesta en práctica durante el experimento fue tomar una cucharada de agua de mar cada veinte minutos, bebiéndola muy lentamente para dejar que la saliva redujera la salinidad del agua ingerida.

Otra manera de tomar el agua de mar, si no somos náufragos y tenemos acceso a esa agua en nuestra vida cotidiana –según explican los expertos– es hacerlo “de forma isotónica”: rebajando el agua de mar con agua dulce, o añadiendo agua de mar al agua dulce. Considerando que la cantidad de sales recomendada es de unos 9 gramos al día, y sabiendo que la salinidad del agua de mar es de 36 gramos por litro, la cantidad de agua de mar recomendada es de un cuarto de litro por día.

Además de las sugerencias previas, los expertos recomiendan verificar que no seamos intolerantes al agua de mar, lo que podemos hacer comenzando por pequeñas cantidades hasta asegurarnos de que nos sienta bien. Algunas personas, además, son más propensas que otras a sufrir diarreas al beber agua de mar, lo que resulta una razón adicional para ir incrementando las cantidades de a poco. Una sugerencia general es mezclar el agua de mar con zumos, o con agua normal mezclada con unas gotas de limón. Esto ayuda a habituarnos a beber esta agua sin aborrecerla en las primeras etapas. Por cierto, también tenemos que asegurarnos de no sufrir alguna enfermedad en la que la ingesta de sal sea contraproducente (aunque la hipertensión es un capítulo aparte, según veremos unas líneas más abajo). Cocinar con agua de mar

El agua de mar resulta muy apropiada para cocinar. Como ya hemos explicado, debido a los intereses industriales la sal comercial (la sal fina o “de mesa”) es una sal “muerta”, en la que solo se ha preservado el cloruro de sodio y, en el mejor de los casos, yodo, además de los aditivos químicos perjudiciales para la salud. Contrariamente, el agua de mar contiene muchos elementos muy beneficiosos, por lo que proporciona un gran enriquecimiento a nuestra dieta.

Para darle una vuelta más a la cuestión, la sal refinada resulta perjudicial para la salud por su alto contenido de sodio, que favorece la hipertensión y la retención de líquidos. Eso no sucede con la sal marina, al punto que los hipertensos pueden consumirla con moderación y con supervisión médica, ya que su contenido de sodio es mucho menor. Una paulatina incorporación a la dieta de recetas que incorporen sal marina produce una lenta modificación de los hábitos alimenticios, con una mejora en la salud como resultado general y a largo plazo.

Si tenemos en cuenta que las enfermedades se desarrollan en entornos ácidos, es fácil entender que el consumo de agua de mar, alcalina por derecho propio, es un alcalinizador de nuestro organismo, lo que previene todo tipo de enfermedades y nos mantiene alejados de los médicos y de las farmacias, por lo que el consumo masivo de agua de mar acarrearía irremediablemente la bancarrota de los grandeslaboratorios.

Como alcalinizador, el agua de mar aporta, entre otros, todos estos beneficios: es regulador del medio interno, nutriente celular, reconstituyente, dentífrico y colutorio (enjuagatorio medicinal), laxante, purgante, desinfectante y cicatrizante para infecciones de boca, estomacal y neutralizador de acidez de estómago. Como si todo eso fuera poco, tomada antes de comer calma el apetito, lo que la hace muy apropiada para bajar de peso.

La sal común y sus enfermedades asociadas:
Hipertensión arterial
Edemas
Eclampsia o pre-eclampsia
Arteriosclerosis cerebral
Arteriosclerosis
Cálculos renales
Cálculos vesicales Cálculos biliares
Hipoplasia de la tiroides
Nódulos en la tiroides
Disfunción de la paratiroides
Entre las funciones más importantes de la sal marina, se destacan:
Regula la presión arterial, junto con el agua.
Extrae el exceso de acidez de las células del cuerpo, en especial las del cerebro.
Equilibra los niveles de azúcar en la sangre, importante para los diabéticos.
Es esencial para generar energía en las células del cuerpo.
Es importante en la absorción de nutrientes a través del tracto intestinal.
Limpia los pulmones de mucosidad, importante para asmáticos y enfermos de fibrosis quística.
Limpia el catarro y la congestión de los senos paranasales. Antihistamínico natural.
Previene los calambres musculares.
Previene la excesiva producción de saliva. La saliva que fluye mientras se duerme es señal de deficiencia de sal.
Aporta dureza a los huesos. La deficiencia de sal, o comer sal refinada, es una de las principales causas de la osteoporosis.
Regula el sueño, actuando como un hipnótico natural.
Previene la gota y la artritis gotosa.
Es vital para mantener la libido y la sexualidad.
Previene las varices y las venas de araña en piernas y muslos.

Ecoportal.net

Acuamaris

http://www.aquamaris.org/

lunes, 20 de abril de 2015

KONRAD LORENZ: CUANDO EL HOMBRE ENCONTRÓ AL PERRO


     

Konrad Lorenz no ha sido el primer científico que intentó comprender el comportamiento de los animales, pero su estrecha convivencia con el perro desde su adolescencia le permitió escribir en 1950 el ensayo Cuando el hombre encontró al perro, un testimonio apasionado del estrecho vínculo entre dos especies que se aliaron hace miles de años para sobrevivir en un mundo hostil. Lorenz apreciaba la fidelidad del perro, pero se esforzó en preservar la independencia de un depredador con enorme dosis de ternura. Sus perros siempre se caracterizaron por su libertad y coraje. No eran mascotas, sino amigos que conservaban sus impulsos naturales.


Konrad Lorenz ha sido cuestionado por su connivencia con el nazismo. Fue militante del Partido Nacionalsocialista y se mostró partidario de las tesis eugenésicas. Se sospecha que participó en investigaciones oficiales sobre diferencias raciales, convencido de la necesidad de aplicar los principios del darwinismo social, según el cual no se debe neutralizar el mecanismo de la selección natural en el ámbito de lo humano, eliminando las formas de vida sin valor o impidiendo su reproducción. Movilizado en 1942, cayó en manos de los rusos en seguida. Durante sus seis años de cautividad, trabajó como médico en un campo de prisioneros. Este pasado explica las protestas que acompañaron a la concesión del Premio Nobel de Medicina en 1973. Lorenz pidió perdón públicamente y lamentó haber sucumbido a la propaganda nazi. Lo cierto es que su experiencia en el frente le convirtió en un activista a favor de la paz entre las naciones, que no se cansaría de denunciar en las décadas posteriores los riesgos de la guerra fría entre bloques con armas nucleares.


Cuando el hombre encontró al perro es un libro delicioso, muy alejado del tratado científico, lleno de humor, ternura y lirismo. Lorenz sostiene que nuestro parentesco con los animales es más estrecho de lo nos gustaría aceptar. La evolución no es una teoría que rebaje la dignidad de la especie humana o que implique la refutación de Dios. Eso sí, aún no hemos desarrollado todo nuestro potencial, especialmente en el terreno moral y espiritual. Nuestro cerebro racional (necórtex) aún sigue fuertemente condicionado por nuestro cerebro emocional (sistema límbico) y por los impulsos más primitivos de nuestro cerebro reptiliano, donde las respuestas son automáticas e irreflexivas. Es absurdo buscar el eslabón perdido. El eslabón perdido somos nosotros. Somos el puente “entre el animal y el hombre auténticamente humano”. Lorenz desarrolla una perspectiva que coincide con la filosofía del jesuita Teilhard de Chardin (Sarcenat, Auvernes, 1881-Nueva York, 1955), según el cual el cosmos es un proceso guiado por una perfección creciente, donde la materia y el espíritu se conciertan hasta llegar al Punto Omega, el estado de plenitud que recoge y culmina toda la historia humana. Teilhard de Chardin escribió: “Creo que el Universo es una Evolución. Creo que la Evolución va hacia el Espíritu. Creo que el Espíritu se realiza en algo personal. Creo que lo Personal supremo es el Cristo-Universal”. En ese camino, podría añadir Lorenz, se encuentran el hombre y el perro, dignificándose mutuamente.


Lorenz sostiene que el perro no procede esencialmente del lobo (Canis lupus), sino del chacal dorado (Canis aureus). “El progenitor de la mayoría de nuestros perros caseros –escribe Lorenz- no es el lobo nórdico, como se creía comúnmente en otro tiempo. En realidad, son pocas las razas caninas que, si no exclusivamente, sí en gran parte llevan sangre de lobo”. Las primitivas hordas de cazadores-recolectores toleraron inicialmente la presencia de chacales dorados porque les avisaban con sus aullidos de la aparición de extraños. No es improbable que la domesticación se produjera mediante la comida. Arrojarles pequeños trozos de carne sirvió para mitigar su desconfianza poco a poco. Los chacales perdieron el miedo al hombre y comenzaron a acompañarle en su existencia nómada. Poco a poco, se incorporaron a su rutina, incluida la caza. Los chacales aumentaron de tamaño y, sin perder el instinto, dilataron su capacidad intelectiva. El ser humano comenzó a seleccionar ejemplares, cruzándolos de acuerdo con sus intereses. Surgieron de este modo las razas caninas. En los ejemplares procedentes del lobo nórdico prevalecieron la lealtad al jefe de la manada y el sentimiento de pertenencia a un grupo, dos pautas esenciales para actuar de forma coordinada y luchar solidariamente contra los enemigos. En los ejemplares procedentes del chacal, se mantuvo cierto infantilismo, que explica la excesiva sumisión de ciertas razas al ser humano. Lorenz admite que siempre ha preferido los perros que conservan las características del lobo nórdico, pues son más independientes y salvajes, lo cual no significa desafección al compañero humano, pues lucharán por éste hasta la muerte, enfrentándose a adversarios mucho más poderosos, si es necesario.


Lorenz ofrece en su obra unos rudimentos sobre educación canina, manifestando su repulsa hacia los métodos violentos. Señala que no se puede actuar del mismo modo con todos los perros, pues algunos son extremadamente sensibles y el más leve maltrato puede destruir su carácter. Aconseja no agotar al perro con ejercicios demasiado prolongados y apunta la necesidad de mezclar juego y aprendizaje. Desde su punto de vista, los perros no aprenden como autómatas, sino que son seres con intuición y cierta inteligencia creadora, que les permite improvisar y modificar. Eso no significa que posean un sentido ético. Lorenz no simpatiza con la frase: “los perros son mejores que los humanos”, pues el perro no puede plantearse dilemas morales. Su inteligencia no se lo permite. Amar a los perros y detestar a los humanos es inaceptable. “El amor a los animales es hermoso y ennoblecedor sólo cuando emana del amor más amplio y genérico a todo el mundo viviente, cuyo punto central, sin embargo, debe ser siempre el amor a los seres humanos”. Eso no significa que el perro sólo actúe por instinto. Su convivencia con nuestra especie le ha enseñado a comprender nuestros gestos y emociones, estableciendo con nosotros una relación inconcebible con otros animales. “Personalmente –apunta Lorenz- estoy convencido de que el perro es superior incluso a los grandes simios antropoides por lo que respecta a la comprensión del lenguaje humano, aun cuando éstos sean superiores en otras prestaciones intelectuales”. Esta compenetración implica un deber moral, que muchas veces se ignora o escarnece. Abandonar a un perro o maltratarlo es una crueldad injustificable. “La fidelidad de un perro es un don precioso que impone obligaciones morales no menos imperativas que la amistad con un ser humano”. Sin embargo, el perro “está privado de todo derecho, no sólo de acuerdo con la letra de la ley, sino también por lo que respecta a la sensibilidad de muchos seres humanos”.


Cuando el hombre encontró al perro está repleto de anécdotas entrañables, hilarantes o estremecedoras. Los perros acaban pareciéndose a sus dueños. Lorenz señala que los perros de su mujer son limpios, discretos y silenciosos, mientras que los suyos se ensucian con cualquier pretexto, ladran sin parar y no soportan pasar desapercibidos. En ambos casos, hay una innegable concordancia con el comportamiento de sus dueños, pues la mujer de Lorenz era pulcra y ordenada y Konrad caótico y poco riguroso con la higiene. Los sentimientos de culpa no son desconocidos para los perros, pues cuando cometen una jugarreta o muerden a un humano por error, se lamentan con sobrecogedores aullidos y ofrecen la pata una y otra vez a modo de disculpa. Su amabilidad con nuestra especie no puede ocultar su condición de grandes depredadores. Cuando un venado penetra en el jardín de la familia Lorenz, tres adorables perros, incapaces de lastimar a un niño, lo despedazan sin compasión. A pesar de ser un naturalista avezado, la imagen del venado con las vísceras al aire y los huesos fracturados le produce una profunda impresión. Sin embargo, eso no altera su aprecio hacia los perros, leales, tenaces y casi siempre valientes hasta la temeridad. No le preocupa reconocer que no simpatiza con las personas propensas a atemorizarse con los perros. “Indudablemente se trata de un prejuicio injustificable”, pero fundamentado por la convicción de que “familiaridad con los animales presupone una íntima confianza en la naturaleza”.


Lorenz entiende que un perro alegre y activo puede ser un eficaz antidepresivo. Eso sí, opina que “la amistad de un perro resulta tanto más valiosa y conmovedora, cuanto menos haya sido alienado el perro por la domesticación o, en sentido inverso, cuanto mayor sea la proporción en la que sigue siendo un animal de presa salvaje”. Es curioso que en ningún momento mencione a las razas peligrosas. Es el año 1950 y aún no se ha potenciado genéticamente la agresividad de algunas razas, lo cual demuestra que los ataques de perros contra humanos suele proceder de aberraciones en la cría, donde a veces intervienen la neurosis o la falta de escrúpulos de algunos criadores. Lorenz manifiesta su preferencia por los mestizos, por lo general más equilibrados y sanos, y deplora que a veces se emplee el nombre del perro como insulto: “La perra es de entre todos los seres vivos no humanos aquella cuya vida psíquica más se acerca a la del ser humano en lo que respecta al comportamiento social, delicadeza de sentimientos y capacidad para una amistad auténtica, o, lo que es igual, el más notable de todos los animales. Y no deja de resultar peregrino que, en inglés, su nombre se haya convertido en un grosero insulto”.


Han pasado algo más de sesenta años desde que se publicó Cuando el hombre encontró al perro. Yo llevo conviviendo con perros desde la infancia y ya rozo los cincuenta años. Mi experiencia coincide con la de Lorenz en muchos aspectos. Ahora vivo en el campo y tengo cinco perros: dos bichones malteses y tres mestizos. Los bichones son perritos falderos. Sumamente dóciles, alegres y algo traviesos, no descarto que procedan de los chacales dorados domesticados por el hombre en un pasado remoto. Conviven con cuatro gatos y un loro y jamás han manifestado ningún impulso cazador. Sólo salen al jardín a jugar o tomar el sol. Pasan la mayor parte del tiempo en casa, tumbados en un sillón. No son especialmente obedientes. A veces me ignoran o se ríen de mí, obligándome a perseguirlos para recuperar un calcetín. En cambio, los perros mestizos no muestran especial apego por el hogar. Son más independientes y cuando descubren un conejo o una serpiente en la parcela, no se dan por derrotados hasta que consiguen acabar con su vida o, en el mejor de los casos, provocar su huida. Aceptan mi liderazgo sin problemas y sólo el furor desatado por la aparición de una posible presa, puede llevarles a incumplir mis órdenes. Por su conducta, presumo que descienden del lobo nórdico. Al margen de sus diferencias, les quiero a todos por igual.


He asistido a la muerte de cinco de mis perros. He llorado cada pérdida con tristeza y amargura. Lorenz ha pasado por la misma experiencia: “No encuentro palabras para describir la pena”, admite después de perder a Bully, uno de sus perros más queridos. Sin embargo, eso no le echó atrás a la hora de buscar un nuevo compañero. Entiende que algunas personas descarten tener perros para evitar el trauma de su muerte, pues nuestra esperanza de vida es cinco veces superior, pero considera que es una actitud poco recomendable: “En la vida humana, un destino fatal nos enseña que hay que pagar cada alegría con un tributo de dolor, y el individuo que se prohíbe a sí mismo las pocas alegrías lícita y éticamente correctas de la existencia por temor a tener que saldar la cuenta que el destino le pasará tarde o temprano, no puedo sino considerarlo un ser pobre y mezquino. Aquel que quiere ser avaro con la moneda del dolor, que se retire a su buhardilla, como viejo solterón, y se vaya secando poco a poco como estéril planta que nunca dio fruto”. No creo que a mis perros les agradara mucho esta perspectiva. Morir me resulta menos inquietante, cuando pienso que estaré acompañado hasta el final por unos amigos leales, inteligentes y en ocasiones increíblemente humanos. Sólo me preocupa qué futuro les aguarda después de mi desaparición, si nadie pudiera ocuparse de ellos. Espero que algún día se les reconozca el derecho a vivir con afecto y respeto, sin ser abandonados o maltratados. Estamos en deuda con ellos por todas las horas de felicidad que nos han proporcionado, sin esperar otra recompensa que una caricia o una palabra afectuosa. Tal vez el poeta no se equivocó al escribir: “Tú me has conducido a tu habitación, donde existe el tiempo que nunca se pone” (Vicente Aleixandre, A mi perro).


RAFAEL NARBONA
FUENTE: http://rafaelnarbona.es/?p=193

domingo, 5 de abril de 2015

PROTECCION ENERGETICA DEL CAMPO CUANTICO

Publicado por GERALD ALBERTO PRIETO el octubre 11, 2011

ATAQUES DE LA ENERGIA OSCURA

Vamos a exponer algunos aspectos de la realidad que nos rodea poco habituales, vamos a entender porque nos suceden cosas en nuestro día a día como el hecho de sentirnos tremendamente cansados al visitar a un enfermo, hacer una terapia o entrar en unos grandes almacenes.

Cosas como el sentir miedos absurdos o tener cambios de humor repentinos sin motivo aparente al caminar por la calle o estar solos en casa.

Veremos unos cuantos conceptos sobre la energía y la estructura energética del universo que nos rodea.

Entenderemos como funciona y como nos afectan los pensamientos y las emociones, también como nos afectan las relaciones con otras personas de nuestro entorno más inmediato y que podemos hacer para remediarlo.

Todos tenemos muchos factores de riesgo que nos alteran energéticamente, por ello, lo primero que tenemos que hacer es abrir nuestra mente a nuevos conceptos sobre un mundo sutil y desconocido, como es el mundo de la energía, aceptar sin juzgar y tan solo confiar un poco en los conocimientos ancestrales que nos ha legado la historia, y aplicarlos en nuestras vidas desde este mismo instante.

Una vez identificados los factores de riesgo que nos afectan, deberemos limpiar nuestro cuerpo físico y su estructura energética para liberarnos de todo lo que hemos ido acumulando durante nuestra vida, cerrando viejas heridas, sellando desgarros áuricos, corrigiendo los desequilibrios energéticos del entorno, sanando nuestras emociones y pensamientos, apostando por una nueva filosofía personal de vida que nos permita sanar y poder vivir una vida armoniosa y feliz.

Vivimos en un mundo denso y conflictivo, sin embargo su naturaleza original es la armonía y el equilibrio, así que para restablecer ese equilibrio perdido deberemos trabajarnos para reconectar con esa naturaleza original innata de la que todos somos parte.

Estoy hablando del Amor. El Amor es la más alta manifestación de la Energía.

Cuando dejas entrar el Amor en tu vida, cuando recuerdas que tú eres un ser lleno de Amor y permites que ese Amor fluya por todo tu ser, tu nivel de vibración aumenta de tal forma que estas muy por encima de cualquier otro tipo de vibración negativa que te pudiera afectar.

Pero hasta que llega ese mágico momento en el que el milagro del Amor se funde con tu Ser y tu vida se llena de Luz, deberemos disponer de unas herramientas que nos permitan sobrevivir a las diversas agresiones psíquicas y energéticas a las que nos encontramos expuestos, y eso es lo que nos ofrecen las Técnicas de Protección Energética.



La energía tiene muy diferentes formas de manifestarse, pues todo es energía, estamos unidos e inmersos en una especie de mar de energía que todo lo impregna.

Realmente, no hay más que un simple y al mismo tiempo complejo sistema atómico, donde un número infinito de partículas vibran a distintas frecuencias, dando lugar a diferentes tipos de energía y sus manifestaciones.

Si tuviéramos unas gafas de visión subatómica, observaríamos que todo lo que existe no es más que esto: átomos con su núcleo, sus neutrones y electrones, sus protones y neutrinos, fotones, quarks, gluones, materia, antimateria y demás, vibrando a distintas velocidades y con una determinada longitud de onda.

Es como una gran danza cósmica.

Somos energía, tan solo un conjunto de células, moléculas, átomos y partículas elementales (ondas cuánticas).

Todo es energía y vibración.

Existimos en un microcosmos dentro de un macrocosmos, que forma parte de ese universo multidimensional, donde el tiempo es un eterno presente.

Tan solo conocemos un 10% del Universo, el 90% restante es totalmente desconocido.

Es frecuente oír hablar de energías “positivas” o energías “negativas”.

Nos hemos referido a las energías que circulan en el cuerpo humano, pero existe un complejo sistema energético en nuestro mundo, generado por la intensa actividad mental de nuestros pensamientos y emociones, así como por las diversas formas de manifestación de la energía que se extiende por todo el planeta y su estructura energética, que nos afecta aquí y ahora, de cuya aparición y calidad somos directamente responsables.

Es de estos subtipos de energías y entidades parásitas que tanto nos afectan, de las que vamos a hablar.

COMO PERDEMOS ENERGÍA

         

Constantemente sufrimos pérdidas de energía.

Nuestra vida entera, no es más que un constante proceso de relación con el medio ambiente que nos rodea y con otras personas.

En este proceso, todo se mueve en torno a una especie de comercio energético, mediante el cual obtenemos y cedemos energía en forma de pensamientos y emociones, que influyen notablemente en nuestra calidad de vida.

Dentro de los límites aceptables de este juego, se establece un equilibrio de dar y recibir, pero sucede a menudo que nos enfrentamos a situaciones que nos desgastan mucho y nos dejan realmente agotados: desde el trato con personas, al mero hecho de estar muchas horas sometidos a un ambiente energéticamente hostil, el estrés, los enfados, el miedo, junto a las diversas agresiones energéticas a las que estamos expuestos, tienen como resultado una importante pérdida de energía.

Es interesante saber al menos, que siempre que perdemos energía es porque nosotros mismos damos permiso para que esto suceda.

De todas formas, si mantenemos un elevado nivel de conexión con la energía, tenemos una estructura energética sana e íntegra, llevamos una vida armoniosa, basada en una filosofía personal de vida fundamentada en el amor, el respeto y los valores tradicionales, aunque perdamos energía, al mismo tiempo la vamos reponiendo.

Perdemos energía en la consulta terapéutica.

En los centros de trabajo, especialmente en los consultorios terapéuticos, clínicas u hospitales o en oficinas donde hay equipos de trabajo muy integrados, lugares fríos y con ambiente tecnológico sucede frecuentemente que los terapeutas padecen los mismos síntomas que sus pacientes. Este fenómeno se conoce como el “síndrome de burnout”.

Perdemos energía en determinados lugares.

Existen lugares con una elevada carga de energía negativa.

Por ejemplo, los centros comerciales habituales, donde se acumula la energía generada por los pensamientos y emociones de miles de personas estresadas, ambiciosas, codiciosas y vanidosas.

Perdemos nuestra energía a través del sexo.

           

Las relaciones sexuales son una fuente ilimitada de obtener energía o bien perderla.

El sistema energético-sexual no sólo está concebido para la reproducción, sino que nos permite aumentar nuestro nivel de vibración de forma espectacular.

Gracias al sexo podemos conectarnos de forma directa con la fuente ilimitada de la que alimentarnos energéticamente, y alcanzar elevados estados de conciencia, mediante las prácticas de alquimia sexual.

Lamentablemente, el sexo se usa de forma inconsciente y se malgasta la energía mediante el abuso de las relaciones sexuales, provocando enfermedades, contaminación y pérdidas importantes de energía.

Deberíamos aprender algunas nociones básicas sobre la energía sexual y su uso, antes de mantener relaciones indiscriminadas.

Las personas que tienen muy poca energía se convierten en auténticos vampiros energéticos y usan el sexo para chupar la energía de sus parejas, generalmente de forma inconsciente, y así consiguen saciar su hambre de energía.

Y no sólo eso, sino que a través de las relaciones sexuales se intercambia un alto nivel de energía emocional, lo que puede provocar estados emocionales extremos en la pareja.

En este juego, las mujeres se llevan la peor parte, pues al ser receptivas, recogen la energía mental/emocional que el hombre deposita en la mujer al eyacular, aunque al revés también sucede pero en menor grado.

Así que tenemos dos formas distintas o fenómenos habituales:

1 - El vampirismo energético sexual

2 - Contaminación emocional

Perdemos energía buscando Amor.

              



Esto suele ser tan frecuente como doloroso. Se da en muchos matrimonios. Uno de los cónyuges sufre y se somete a toda clase de humillaciones y malos tratos, perdiendo así su energía, solo para obtener un poquito de Amor.

Perdemos energía ante determinadas personas, cuya sola presencia nos debilita.

Muchas personas son expertas manipuladoras y controladoras, siempre están diciendo a los demás lo que tienen que hacer y cómo tienen que hacerlo.

Esto lo hacen por ejemplo, usando el típico papel del “pobre de mí”.

Otro tipo de personas manipuladoras, se da en los falsos maestros, personas que se envuelven de un aura de misterio, haciendo creer a los demás, que tienen algún tipo de conexión divina o de “poder”, con lo que son capaces de influir fuertemente en los demás, para manejarlos a su antojo, satisfaciendo así su ego y obteniendo beneficios a cambio.

Existen personas que son auténticos esclavos, con la voluntad mermada cuya única misión, es servir y cumplir las instrucciones dadas por la persona a la que sirve.

A este respecto, una de las cosas que debemos aprender, es a relacionarnos con personas que nos aporten cosas buenas, y alejarnos de las personas que no solo no nos aportan nada bueno, sino que encima, se aprovechan de nosotros.

Perdemos energía cuando tenemos miedo o nos sentimos inferiores a los demás.

        



La influencia de personas importantes en nuestras vidas, como son los padres, un amigo o un familiar a quien no podemos contradecir, hasta el punto de que controla nuestras vidas a su antojo, hace que ante su presencia, nos sintamos débiles e indefensos.

También cuando tenemos miedo y nos sentimos inseguros.

Perdemos energía a través de Internet.

           

"La aparentemente inofensiva pantalla, la más moderna y actual forma de comunicarnos, es también una de las más novedosas maneras de perder nuestra energia. Al contactar mediante un chat con cualquier persona, automáticamente se establecen esos lazos de comunicación energética que unen, a través de los chakras, a ambos interlocutores. De esta manera, se intercambia información en forma de energía, que puede tener consecuencias nefastas para el débil.

también existen páginas webs, chats y foros cuyo contenido consigue generar en el internauta todo tipo de emociones y pensamientos que emanan en el ambiente, y de lo que se alimenta toda la fauna de entidades que habitan los bajos astrales y planos de baja vibración, muy próximos a la nuestra, y que se enganchan a nuestra estructura energética para inducirnos a seguir generando alimento en forma de basura emocional.

En estos foros y chats, se genera así mismo un egregor que podriamos llamar el espiritu del foro, que induce en sus foreros la necesidad de conectarse cada diá a la Red y participar de sus juegos o propuestas, de tal manera que regalamos una enorme cantidad de energia a ese espirítu forero.

Si es un foro de energía positiva, será una experiencia maravillosa y enriquecedora, pero si no es así, la experiencia puede ser desastrosa".

Perdemos energía con el estrés y los excesos.


El exceso de actividad física, mental y emocional, la vida desordenada, el no respetar las horas de descanso necesarias, el trabajo excesivo, las discusiones constantes y factores similares, generan altos niveles de estrés que tienen como consecuencia un gran desgaste de la energía, que nos deja totalmente agotados y pueden provocar la enfermedad.

LEY DE ATRACCION Y REPULSION


La ilusión de la separación, que aparece como parte integral de la actual experiencia humana, surge de nuestra preocupación terrena por el yo, y de la densidad del medio ambiente en el que vivimos sobre la Tierra.

Ambos factores tienden a separarnos unos de otros y aislarnos de los mundos de Creación superiores.

Una apertura de la conciencia hacia los mundos desconocidos que nos rodean constituye un elemento importante en nuestro desarrollo espiritual; esto requiere que obtengamos de la ciencia Oculta una información más detallada sobre la naturaleza de las vibraciones y las densidades, para poder comprender los diferentes niveles o planos de la existencia.

Lo similar atrae a lo similar y rechaza a lo opuesto.

Esto es así de sencillo. La energía tiene diferentes niveles de vibración y según este principio, la energía tiende a atraer a energía de su mismo nivel vibracional.

Cuando sentimos mucha rabia en nuestro interior y la proyectamos sobre alguien, normalmente esa persona reaccionará también enfureciéndose y respondiendo a nuestra rabia de forma hostil.

Como consecuencia, la rabia de los dos se multiplica y los dos sufren mucho más.

Sin embargo, si le proyectamos nuestra rabia a una persona y ésta nos devuelve una sonrisa, sin verse afectada por el ataque, nosotros posiblemente nos enrabiaremos aún más, pero la persona seguirá tranquila y feliz.

Esto sucede porque generalmente, todos tenemos sentimientos hostiles en nuestro interior y al recibir una descarga de energía emocional o mental del mismo tipo, nuestros sentimientos reaccionan ante la visita de una vibración similar, manifestándose y haciéndonos sentir de nuevo su fuerza.

Al contrario, si recibimos una descarga de una energía determinada que no se encuentra en nuestro interior, simplemente no la admitimos ni la dejamos entrar a través de los chakras y el aura, así que no nos puede afectar.

Si apostamos nuestra vida por el Amor y la Armonía, generaremos un bonito y luminoso espacio y eso será lo que atraeremos a nuestra vida. Pero para eso se requiere pasar un proceso de sanación y crecimiento personal, un poquito de disciplina y seguir algunos principios como Rectitud de Pensamiento. Rectitud de Palabra. Rectitud de Acción.

FORMAS MENTALES DE LA ENERGIA Y ENTIDADES DE PENSAMIENTO

        

Sabemos que todo es energía. Sabemos también que nuestro cerebro es una máquina dotada de la capacidad de enviar y recibir energía.

Hemos visto como los pensamientos y las emociones proyectadas desde nuestra mente, se manifiestan de forma sutil, pero pueden tener poderosas consecuencias.

Vivimos inmersos en un mar de energía, lleno de Formas Mentales de Energía, Entidades de Pensamiento y diversas criaturas elementales que nos afectan e influyen constantemente.

Una Forma Mental de Energía - FME, no es más que una conjunción de pensamientos y emociones que flotan e impregnan el aura de su creador y su entorno.

La fuerza generada en nuestra mente como pensamientos y emociones se puede enviar a través de nuestro sistema de chakras y aura hacia cualquier lugar y persona, de tal manera que si generamos pensamientos positivos, enviamos energía positiva y al viceversa.

El simple hecho de pensar y sentir, genera y crea estas FME, cada persona está rodeada de una cantidad indeterminada de FME, cuya calidad depende del tipo de vibración que esa persona genera.

CONTAMINACIÓN ENERGÉTICA.


Áreas de contaminación energética.

Las Áreas de Contaminación Energética, afectan y alteran la estructura energética del lugar y de sus habitantes, afectando sus cuerpos sutiles, sobre todo el etérico, el mental, el emocional y el espiritual.

Un Área está formada por la calidad de los pensamientos y emociones generados por la mente de las personas y otras entidades.

Son una especie de FME sin un propósito específico, es como cuando vivimos cerca de una fábrica que expulsa sus desechos al aire, en nuestro barrio siempre huele mal.

Estos campos de contaminación energética, atraen a su vez a muchas formas de energía elemental, parásitos y garrapatas de energía, seres simples que habitan en el bajo astral y que incluso pueden adoptar formas diversas, según los pensamientos que se encuentren flotando en el lugar.

Contaminación en la consulta, situada en el propio domicilio.

Muchos terapeutas, tienen la consulta en su propio domicilio.

Esto no es una buena idea, ya que los pacientes liberan toda su energía residual en la consulta y en muchas ocasiones, se produce una elevada concentración de negatividad que suele afectar a los habitantes de la casa y a otros pacientes.

Sabiendo esto, es de crucial importancia establecer dispositivos de limpieza regular en nuestros espacios vitales, nuestro hogar, la consulta o en el trabajo.

Con un poco de práctica y constancia, iremos creando en nuestros espacios una hermosa Área de Influencia, que expandirá la energía del Amor, la Armonía y la Sanación, de tal manera que podamos sentirnos bien.

COMO LIMPIAR, PURIFICAR Y PROTEGER EL CUERPO Y EL AURA

          

El cuerpo humano es como un templo donde habita el alma mientras está encarnada en la Tierra y el alma, eterna e inmortal, necesita un vehículo para desenvolverse y adaptarse a las condiciones existenciales de este planeta, así que nuestros cuerpos son tan solo el vehículo que pilotamos para movernos por aquí.

Por tanto, igual que dedicamos esfuerzos y horas al mantenimiento de nuestros coches, debemos prestar atención a nuestro principal vehículo vital.

Al igual que un coche, nuestros cuerpos están expuestos a innumerables peligros como los que hemos visto hasta el momento, agresiones energéticas y físicas de todo tipo, por tanto necesitamos pasar unos controles de mantenimiento y actualización constantes.

En lo referente a las medidas de higiene energética, he diseñado un protocolo basado en tres importantes bloques:

1. Limpiar y purificar el cuerpo y su estructura energética.

2. Proteger y mantener el cuerpo y su estructura energética.

3. Sanar relaciones personales.

Si tenemos en cuenta estos tres grandes bloques, dividiendo las diferentes técnicas que veremos seguidamente en uno u en otro, encontraremos muy fácil la solución a nuestras necesidades en materia de protección energética, diseñando un plan personalizado y adaptado a las condiciones particulares de cada uno, que podemos modificar en cualquier momento con tan solo escoger entre el menú propuesto.

Así pues, debemos tomar conciencia de nuestros objetivos y tratar de incluir en nuestras rutinas habituales la práctica de los ejercicios aquí propuestos.

Solo el trabajo constante sobre uno mismo, la auto-observación y la disciplina consigue limpiar y purificar plenamente el cuerpo y su estructura energética, elevando el nivel de vibración en la frecuencia del Amor y reforzando la integridad energética de nuestro ser, de tal manera que cada vez somos más fuertes ante los constantes devaneos de la vida.

Esto va inevitablemente unido a un proceso de cambio y crecimiento personal, el abandono de los hábitos de vida insalubre, la sanación de situaciones y relaciones deterioradas que nos hacen sufrir e incluso en algunos casos, cambios de trabajo, de pareja o amistades.

Si limpiamos una acumulación de energía negativa, pero no sanamos su causa y su origen, nunca terminará la batalla y acabaremos agotados.

LIMPIAR Y PROTEGER EL AURA

                     

Hasta ahora hemos visto diferentes formas de limpieza energética, que nos sirven tanto para el cuerpo físico como para el aura.

Sin embargo, la importancia del aura en nuestro sistema de protección natural hace necesario profundizar un poco en su estudio y ver algunas fórmulas de limpieza más contundentes y eficaces.

Sabemos que el aura actúa a modo de frontera, manteniendo nuestro cuerpo físico anclado en el plano material de tercera dimensión al que pertenecemos, separándonos del bajo astral y del resto de los planos dimensionales.

Tras la muerte del cuerpo físico, el aura nos permite hacer el tránsito hacia el plano espiritual, para acabar disolviéndose en el vacío universal mientras nosotros continuamos nuestro eterno caminar.

Mientras, es como la parte externa de una prenda de abrigo de gore-tex, que nos protege de las inclemencias externas como el frío y el viento, en este caso, energéticas.

Al igual que un abrigo, el aura sufre diversas agresiones durante su vida útil y frecuentemente presenta desde diversas lesiones a entidades enganchadas que vemos a continuación.


FUENTE: http://stopsecrets.ning.com/profiles/blogs/proteccion-energetica-del-campo-cuantico
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