Marxismo Cultural o "Teoría Crítica" y la
Escuela de Frankfurt
Dos artículos
publicados en smashcm.blogspot.com en Enero del año pasado los presentamos
ahora en castellano. El primero se centra en dar varias características
teóricas y prácticas del concepto de Marxismo Cultural, de su aberrante y
anti-civilizacional implementación de sus principios, que no pueden ser sino
frutos de mentes que por razones incomprensibles albergan un odio extra-humano
por las sociedades tradicionales. El segundo texto, no exhaustivo en el tema,
afina la puntería sobre una institución que prefirió huír de Alemania cuando
vio que venía el Führer, afincándose en Estados Unidos donde dio a conocer
universalmente sus decadentes postulados anti-valóricos, y siendo la verdadera
cuna del Marxismo Cultural que, como explica el autor de estos artículos, es la
continuación natural de la ideología comunista que preconizaba la revolución
violenta en todos los países, habiéndose cambiado en una que predica que dicha
revolución debe lograrse calentando el agua poco a poco hasta que hierva, para
que no todos se sobresalten.
Reconociendo
el Marxismo Cultural
por Smash Cultural Marxism
La
importancia de entender el Marxismo Cultural y a aquellos que deliberadamente o
sin querer lo impulsan, es crucial para comprender lo que le ha sucedido a las
sociedades en las que nuestros padres y abuelos alguna vez vivieron. Para
éstos, la sociedad de hoy está a un mundo de distancia de lo que conocieron y
respetaron. No admite ninguna comparación. La decadencia moral y social de la
sociedad ha sido gradual, y ahora está casi en el punto de no-retorno.
¿Cuánto
más diferentes podrían ser dos sociedades?: Una sociedad construída sobre una
herencia, una moral, una tradición y unos valores de familia y culturales
comunes ha sido transformada a propósito en una sociedad basada en la
decadencia, la inmoralidad, y sobre un rechazo de la herencia, moralidad,
cultura y valores de familia compartidos, que está determinada ahora a destruírse
desde dentro.
Ésa
era la intención; no fue una progresión natural de una sociedad exitosa. Fue
una orquestada subversión de las masas, lavadas de cerebro para creer que ellas
estaban de alguna manera oprimidas por la antigua sociedad, y mediante su adoctrinamiento
ahora se ven a sí mismas como liberadas de aquella "opresión". Esto
ha provocado una enfermedad crónica que ahora ha infectado a la sociedad en su
conjunto.
La
mayor parte de las personas puede ver el cambio; ellos reconocen que las cosas
no son como deberían ser. En las calles ellos ven esto; en sus cambiantes
comunidades, en programas de televisión, en la música, en películas, en la
publicidad, ellos ven que algo está muy equivocado, pero ellos no comprenden
por qué esto es de esta manera.
Somos
bombardeados con la propaganda marxista cultural, y estamos sometidos a un
repetido condicionamiento marxista cultural. Cada institución está plagada
de ello, siendo lo más importante para el marxista cultural el
sistema de educación y los medios de comunicación. Aquellos que pueden
falsificar la Historia y sustituírla por una historia inventada pueden
controlar el proceso de pensamiento del futuro. Controle la educación de las
futuras generaciones y usted tendrá una cadena de producción de gente que
servirá a la agenda siniestra, que es el objetivo de los destructores de la
cultura. Sin el control de la educación y de los medios de comunicación,
los marxistas culturales y sus involuntarios aliados no habrían
tenido tal impacto sobre la cultura, y no viviríamos en tiempos tan
inquietantes.
La
educación y los medios, aunque son importantes para los marxistas
culturales, son sólo parte del asalto sobre nuestras naciones. El
adoctrinamiento de nuestra juventud necesitaba más que una idea: necesitaba una
ayuda visual que apoyara la idea, siendo el multiculturalismo una de tales
ayudas visuales. Los grupos de minorías que aparecieron a consecuencia del
forzado multiculturalismo iban a convertirse en el foco del
asalto marxista cultural sobre la cultura occidental Blanca. Ellos
fueron automáticamente etiquetados como oprimidos debido, según aquéllos, a la
naturaleza intrínsecamente "racista" de la civilización occidental
Blanca.
Esta
idea falsa fue inculcada a nuestra juventud, y ésta aceptó lo que le fue
enseñado, y tomaron la "carga" de la falsa culpa Blanca. Y al mismo
tiempo ellos llegaron a estar opuestos a su propia cultura y gente exactamente
como se pretendió. Ellos ahora creen que el multiculturalismo es
"enriquecedor" y "diversificador". Ellos creen que esto se
trata de una compensación por todas las históricas malas acciones de sus
propios antepasados. Ellos ven la inmigración masiva como algo natural y no
como dañina e intencional. Ellos ven su propia identidad y "privilegio"
como algo opresivo, y entonces ellos deben hacer todo lo que pueden para
potenciar ahora a las minorías. Ellos repiten las palabras del diccionario
Marxista Cultural: tolerancia, diversidad, racista, fascista,
imperialismo, colonialismo.
El
multiculturalismo solo todavía no era suficiente para destruír la cultura
dominante. El asalto incluía el debilitamiento de la familia tradicional. El
feminismo radical y la agenda homosexual militante se convirtieron en algo
importante para los marxistas culturales, porque ambos eran ideales en el
ataque contra la familia tradicional y la religión dominante, que son objetivos
primarios para que la cultura sea destruída. Está bien documentado que los marxistas
culturales vieron al cristianismo como la razón principal de por qué la
revolución comunista fracasó en materializarse a través de toda Europa.
La
agenda homosexual militante es ahora parte del proceso que adoctrina a nuestra
juventud desde una edad muy temprana. Esta agenda que está potenciada por la
filosofía marxista cultural hunde sus garras en las mentes de los
niños en una edad impresionable. Al hacer eso ellos siembran las semillas de la
duda en cuanto a la validez y santidad de la familia natural y tradicional.
Esta
semilla crece a medida que el niño crece, y con el posterior condicionamiento y
"crianza" el niño se convierte en el deseado producto final marxista
cultural, es decir, en una persona que cuestiona y critica cada verdad y
realidad que la sociedad había comprendido. Ellos apoyarán todas las ideas
falsas y creerán que dichas ideas son un producto del nuevo ilustrado mundo,
libre de todos aquellos viejos "opresivos" valores y tradiciones.
Esta condicionada mentalidad crítica robótica se aplica a cada aspecto de la
"nueva" cultura, incluyendo la raza, el género, la religión, la
sexualidad, la cultura, etcétera. Los marxistas
culturales desconstruyen y reconstruyen la cultura mediante distorsiones y
mentiras, usando a éstas para fomentar posteriormente su objetivo final.
El
feminismo radical es una versión extrema de lo que el feminismo fue
originalmente destinado a ser. El objetivo de tener derecho a voto, y a
trabajar, etc., era un objetivo encomiable, y pienso que en gran medida todos
estarían de acuerdo en que ahora se da el caso de que las mujeres realmente
votan y participan en política. Las mujeres trabajan y ganan su propio dinero,
y por lo tanto tienen su propia independencia en ese sentido.
Lo
que el feminismo radical ha hecho y lo que el Marxismo Cultural ha aprovechado,
es usar ahora aquel recomendable objetivo original y convertirlo en un ataque
incesante contra la familia y contra el papel de hombres y mujeres en una
sociedad natural. El feminismo radical está a un mundo de distancia de los
objetivos originales de los derechos de las mujeres.
El
objetivo principal del feminismo radical es suplantar a la familia que ellos
harían que nosotros creyéramos que oprime a las mujeres y a los niños, y que el
padre como la cabeza de la familia es la raíz de aquella opresión. Para comprender
de dónde se origina el feminismo radical, uno sólo tiene que leer "La
Abolición de la Familia" en el Manifiesto Comunista, que implica
la idea de que las mujeres son vistas solamente como una fuente de producción.
Aquellos
que están detrás del feminismo radical son comunistas, y muchas expresiones y
lealtades ideológicas de las feministas radicales son comunistas en su origen.
En
un libro de 2002, Red Feminism: American Communism and the Making of
Women's Liberation, la historiadora feminista Kate Weigand
señala: "Las ideas, los activistas y las tradiciones que emanaron del
movimiento comunista de los años '40 y '50 siguieron conformando la dirección
del nuevo movimiento de liberación femenina de los años '60 y posteriormente".
Los
comunistas fueron pioneros en el análisis político y cultural de la opresión de
la mujer. Ellos originaron "estudios de la mujer" y abogaron por
guarderías públicas, control de la natalidad, aborto, e incluso derechos de los
niños. Ellos forjaron conceptos feministas claves como "lo personal
es político" y técnicas como la "toma de conciencia".
La
"diversidad" y los movimientos "multiculturales"
representan los intentos del comunismo de potenciar y usar a otras minorías,
homosexuales y "gente de color", para socavar posteriormente la
cultura de la mayoría (europea y cristiana).
Esto es comunismo en su nueva forma como
Marxismo Cultural.
Todas
estas sub-secciones del Marxismo Cultural cuando se combinan representan una
devastadora forma ideológica transformacional del comunismo, que se ha alejado
de su idea original de que los trabajadores ayudarían a llevar a cabo su
revolución. Los trabajadores no apoyaron el comunismo; ellos eran patrióticos y
religiosos, y por lo tanto el comunismo no fue de ningún interés para ellos.
Ellos lucharon por sus naciones durante la Primera Guerra Mundial y eran parte
de familias que tenían la religión como su fundamento.
Aquí
es donde el Marxismo Cultural procuró transformar las viejas ideas en exitosas
nuevas ideas. Ellos reconocieron las fallas y los motivos de por qué los
trabajadores del mundo no se unieron entre sí. Ellos identificaron los
fundamentos culturales de Occidente como los principales obstáculos para la
revolución comunista, y por medio de la combinación de diversas formas de
subversión psicológica ellos empezaron el desmantelamiento de los fundamentos
de la cultura que se interponían en su camino. Esto fue llamado por Antonio
Gramsci "la larga marcha a través de las instituciones".
Las
ideas de Sigmund Freud fueron incorporadas en la filosofía marxista
cultural y llegaron a ser conocidas como el Freudomarxismo. Esta rama de
la subversión marxista cultural dio ocasión a la revolución sexual que promovió
la promiscuidad y las libertades sexuales. Esto fue útil en el ataque contra la
familia y contra los fundamentos morales de la sociedad ya que dio origen a la
noción de que la liberación sexual era la liberación de los viejos valores del
cristianismo.
Cada
una de las cosas mencionadas aquí en este artículo son asuntos muy profundos
que no pueden ser totalmente explicados en un solo blog. De hecho, sería
necesario un libro de muchos cientos de páginas para explicar y diseccionar
totalmente todos los aspectos individuales del Marxismo Cultural y cómo ellos
han llegado a infestar nuestras sociedades.
Muchos
de los conceptos y sistemas de creencias de los marxistas
culturales son demasiado complicados para la mayoría de las personas.
Ellas no tienen ni el tiempo ni el deseo de querer entender totalmente las
raíces del pensamiento marxista cultural, y esto es de una gran ventaja
para los marxistas culturales que están en el núcleo de nuestras
instituciones. Muchos preferirían una explicación simplificada de lo que es,
que sea comprensible. No se requiere de mucha explicación para ver que la
sociedad y nuestra cultura están siendo erosionadas.
Las
respuestas de aquellos que niegan la existencia del Marxismo Cultural son un
ejemplo de cuán lejos sus mentes han sido alteradas y llenadas con una serie de
ideas ridículas. En su caso, la educación no siempre significa inteligencia; de
hecho, significa todo lo contrario. Inteligencia no es la capacidad de repetir
aquello con lo que han sido adoctrinados; tampoco es la capacidad de tratar de
desacreditar la realidad con un falso disgusto y un falso horror y un rechazo
de las opiniones diferentes de las propias, con la intención de hacer que esos
legítimos puntos de vista parezcan totalmente inverosímiles a las personas
neutrales.
La
conciencia en cuanto al Marxismo Cultural y sus orígenes y objetivos está
creciendo. El control del sistema de educación, de los medios de información y
entretenimiento así como de nuestra política, nuestra policía y todas las otras
instituciones, no confía en la libertad de información que proporciona la red
de Internet. Ellos pueden tener sus grilletes sobre mucha de nuestra
gente, y ellos pueden haber hecho un extenso daño a nuestras naciones y
pueblos, pero ellos sólo tienen aquel control sobre nosotros en la medida en
que se lo permitimos.
Se
ha dicho que llevaría 20 años revertir la manipulación psicológica de nuestro
pueblo. Esto comienza con usted. Investigue el Marxismo Cultural y comprenda el
daño que esto ha causado. Si usted tiene una mente sana entonces usted verá
fácilmente que lo que ha estado mal en la sociedad es un resultado directo del
Marxismo Cultural y de todos aquellos que buscan la destrucción total del mundo
occidental Blanco. Haga a sus hijos conscientes de qué esperar en la escuela.
Ármelos
mentalmente con una resistencia al proceso de lavado de cerebro, y por medio de
ellos podremos ver el comienzo de la reversión. Si seguimos perdiendo
generación tras generación ante el sistema de educación y sus objetivos
siniestros, entonces el resultado es muy simple: perderemos para siempre
nuestra cultura, nuestras naciones y los fundamentos que hicieron de nosotros
lo que alguna vez fuimos.–
15 de Enero de 2013
La
Escuela de Frankfurt:
Subversión Intencional
de Occidente
por Smash Cultural Marxism
La Escuela
de Frankfurt puede no haber sido el más grande de los edificios, y la
mayor parte de las personas podría no haber escuchado nunca de ello o saber
cuáles eran sus intenciones permanentes, pero lo que salió de aquel edificio ha
tenido un importante impacto en nuestro estilo de vida y sobre cómo nuestras
sociedades y cultura han decaído drásticamente.
La
decadencia parecería a muchos haber comenzado en los años '60, pero comenzó
mucho antes. Tenemos que remontarnos a la Primera Guerra Mundial para encontrar
la fuente del problema que infesta nuestra sociedad hoy. Muchas personas han
escrito acerca de los orígenes del Marxismo Cultural, y la mayor parte de ellas
ha explicado excelentemente las raíces de la actual enfermedad de la cual está
sufriendo Occidente. Así, para cualquiera ya consciente del lugar de nacimiento
del Marxismo Cultural, usted habrá leído sobre esto antes. Tener más personas
escribiendo sobre ello es importante, y las obras de divulgación ayudan a difundir
la conciencia, al compartir este artículo de blog y cualquier otro
que detalle lo que es esto y que ha causado un mundo occidental irreconocible.
Cuando
la Primera Guerra Mundial estaba sobre nosotros en 1914, los principales
comunistas creyeron que en el caso de un estallido de la guerra, los
trabajadores se levantarían y comprenderían su "verdadera" conciencia
de clase, y se alejarían de sus respectivos países, favoreciendo la revolución
comunista. Esto, como sabemos, no sucedió con ningún éxito a largo plazo fuera
de Rusia. Los hombres de los respectivos países embrollados en la guerra se
inscribieron por millones para luchar por sus amadas naciones. Ellos pagaron el
precio final en millones por el amor a su nación y la lealtad a ella.
Eso
fue obviamente un golpe en la cara a los comunistas, cuyas predicciones
demostraron estar equivocadas. La fría y dura realidad que ellos tuvieron que
afrontar fue que su revolución retórica e ideológica no iba a suceder como
habían deseado.
Es
importante notar que la revolución comunista ocurrió realmente en Rusia en
1917, y el resultado de aquella violenta revolución fue la matanza de más de 30
millones de personas, incluyendo al Zar ruso y su familia. Los comunistas
intentaron crear una revolución después de la Primera Guerra Mundial en
Alemania, pero fue rápidamente repelida con el retorno de los soldados alemanes
de las primeras líneas después de dicha guerra. El comunismo también brevemente
tuvo una influencia en Hungría entre 1918 y 1919 cuando el régimen bolchevique
de Bela Kun asumió el poder.
Con
el extendido fracaso de la revolución comunista en todas partes del resto de
Europa, algunos comunistas procuraron entender por qué. Dos teóricos marxistas,
Antonio Gramsci y Georg Lukacs, determinaron una razón definitiva: la cultura
occidental y el cristianismo eran los motivos por el cual los trabajadores
habían llegado a rechazar el comunismo. Los "verdaderos" intereses de
clase marxistas habían sido "cegados" por los fundamentos de la
sociedad occidental. En efecto, en 1919 Lukacs preguntó: "¿Quién nos
salvará de la civilización occidental?".
Aquel
mismo año, cuando él se convirtió en el sub-Comisario para la Cultura en aquel
efímero gobierno bolchevique de Bela Kun en Hungría, uno de los primeros actos
de Lukacs fue introducir la educación sexual en las escuelas públicas de
Hungría. Él sabía que si pudiera destruír la moral sexual tradicional de
Occidente, él habría dado un paso gigantesco hacia la destrucción de la cultura
occidental misma.
Estos
motivos detrás del fracaso del comunismo en todas partes de Europa, llevó en
1923 a un grupo de marxistas alemanes a establecer un centro de estudios en
Frankfurt, conocido como el Instituto para la Investigación Social que
más tarde llegó a ser conocido simplemente como la Escuela de Frankfurt. Ésta
fue conducida por Felix Weil, un cientista político con una pasión por el
marxismo. Weil había estudiado en la universidad, escribiendo una disertación
que socializaba la economía. Su padre (un rico comerciante) estableció una dote
sustancial para el Instituto. Uno de los principales objetivos del Instituto
era estudiar (y finalmente explicar) la dinámica del cambio social. Esta
escuela de pensamiento marxista transformacional fue el lugar de nacimiento del
Marxismo Cultural.
El
objetivo era transformar el marxismo desde términos económicos a términos
culturales. Hacer esto requería un rechazo y una nueva evaluación de ciertos
elementos de la teoría marxista. La clase obrera había rechazado el comunismo,
dijeron ellos, debido a la cultura occidental, que estaba incrustada en las
sociedades de la clase obrera. La única manera de cambiar aquello era
destruyendo la cultura desde dentro.
Ellos
necesitaban un "nuevo" revolucionario para fomentar la revolución.
¿Quién entonces, si no era la clase obrera? Herbert Marcuse, otro destacado
miembro de la Escuela de Frankfurt contestó esta pregunta. En los
años '50, una coalición de negros, estudiantes, mujeres feministas y
homosexuales formaría la base de la nueva revolución cultural. Mediante su
potenciación en la sociedad y mediante un proceso sistemático de lavado de
cerebro, ellos serían los instrumentos por los cuales la cultura tradicional de
Occidente podría ser subvertida y destruída, provocando la revolución comunista
que ellos tanto deseaban.
Durante
los años '30 una ideología política creció de entre las ruinas orquestadas de
la Alemania post-Primera Guerra, que estaba vehementemente opuesta al marxismo.
El ascenso del Nacionalsocialismo significó que los marxistas de
la Escuela de Frankfurt que conspiraban para la caída de Occidente
tuvieran básicamente que salir corriendo de la ciudad. Esto no significó un
final para la Escuela de Frankfurt; ellos simplemente se trasladaron a
Estados Unidos. Dicho traslado iba a significar un desastre para EE.UU. cuando
el movimiento cambió su centro de atención desde la cultura occidental en
Europa hacia Estados Unidos. Ellos regresaron a Frankfurt en los años '50.
La
nueva revolución necesitaba más que meras palabras: necesitaba una estrategia.
Antonio Gramsci, un comunista italiano, escribió en los "Cuadernos de
Prisión" que esto sería "una larga marcha a través de las
instituciones". En otras palabras, se trataba de lograr el control de
las instituciones que tenían influencia sobre la gente, y usarlas para poner a
la gente contra sí misma y contra su cultura, siendo los medios de
comunicación, la educación, el Gobierno y la Iglesia, algunas de las más
importantes entre muchas. Entre los marxistas, Gramsci es señalado por su
teoría de que la hegemonía cultural es el medio para el dominio de clase. En su
opinión, un nuevo "hombre comunista" tenía que ser creado mediante
una cultura cambiada antes de que cualquier revolución política fuera posible.
Esto condujo a enfocarse en los esfuerzos de los intelectuales en los campos de
la educación y los medios de información.
Georg Lukacs creía que para que emergiera
una nueva cultura marxista, la cultura existente debe ser destruída.
Él
dijo: "Vi la destrucción revolucionaria de la sociedad como la única
solución para las contradicciones culturales de la época... Tal volteamiento
mundial de valores no puede ocurrir sin la aniquilación de los antiguos valores
y la creación de otros nuevos por los revolucionarios".
La
idea de una larga marcha a través de las instituciones occidentales iba a ser
una erosión gradual de la moralidad y la implantación de la crítica de la
cultura en el núcleo del sistema educacional por medio de una estrategia
conocida como "Teoría Crítica".
El objetivo de la crítica era la cultura. La Teoría Crítica era esencialmente una crítica destructiva de los
principales elementos de la cultura occidental, incluídos el cristianismo, el
capitalismo, la autoridad, la familia, el patriarcado, la jerarquía, la
moralidad, la tradición, la restricción sexual, la lealtad, el patriotismo, el
nacionalismo, la herencia, el etnocentrismo, las convenciones y el
conservadurismo.
Criticar
todo esto como parte de un proceso de lavado de cerebro ha sido muy exitoso. La
alternativa cultural marxista, que surgió de la Teoría Crítica, aunque falsa y severamente dañina, se ha convertido
en la "norma" en la mayoría de, si no en todas, las universidades y
escuelas. Ellos repiten el proceso de lavado de cerebro sin ninguna oposición,
convirtiendo a generación tras generación en zombies Marxistas
Culturales que repiten como loros el mantra dondequiera que ellos vayan.
"La
Teoría Crítica, como su nombre lo
indica, critica. Lo que la desconstrucción hace a la literatura, la Teoría Crítica lo hace a las
sociedades" (Intellectual Morons, pp. 15-16).
La Teoría Crítica ha desempeñado un papel
crucial en el asalto ideológico sobre Occidente.
Tres
de los aspectos más vitales de la cultura occidental a ser debilitados,
criticados y destruídos, eran el cristianismo,
la familia y el nacionalismo.
El
nacionalismo está puesto en la mira mediante la implementación forzada del
multiculturalismo, y mediante leyes raciales creadas por el Estado para
reprimir y apagar la oposición nacionalista. El multiculturalismo también es usado para diluír la composición
étnica autóctona de Europa, y para remover todo sentido de identidad en las
naciones.
Tanto
el cristianismo como la familia han sufrido un ataque implacable. Antes de la
fundación del Instituto para la Investigación Social y antes de los Cuadernos
de Prisión de Gramsci, Georg Lukacs ya había puesto en movimiento una
estrategia para corromper la moralidad de Hungría durante el régimen de Bela
Kun. Razonando que si la ética sexual cristiana pudiera ser socavada entre los
niños, de manera que tanto la odiada familia patriarcal como la Iglesia
recibieran un golpe demoledor, Lukacs lanzó un programa de educación sexual
radical en las escuelas. Fueron organizadas conferencias sobre sexo y se
distribuyó literatura que instruía gráficamente a la juventud acerca del amor
libre (promiscuidad) y las relaciones sexuales, mientras simultáneamente se los
animaba a mofarse y a rechazar la ética moral cristiana, la monogamia, y la
autoridad paternal y de la Iglesia. Todo esto fue acompañado por un reinado del
terror cultural perpetrado contra padres, sacerdotes y disidentes.
Los
jóvenes de Hungría, habiendo sido alimentados con una dieta constante de
valores neutrales (ateísmo) y educación sexual radical, a la vez que
simultáneamente siendo animados a rebelarse contra toda autoridad, se
convirtieron fácilmente en delincuentes que iban desde matones y pequeños
ladrones a depredadores sexuales, asesinos y sociópatas.
"La
prescripción de Gramsci y los planes de Lukacs fueron los precursores de lo que
el Marxismo Cultural... más tarde llevó a las escuelas
estadounidenses" (Linda Kimball).
Esto
iba a ser un precursor para lo que el resto del mundo occidental sufriría a
consecuencia de la Escuela de Frankfurt.
Esta
estrategia adicional de promiscuidad sexual fue incorporada en la Escuela de
Frankfurt mediante el psicoanálisis de Sigmund Schlomo Freud. Su
descabellada obra "Las Etapas Psicosexuales del
Desarrollo" fue atractiva para la Escuela ya que ayudaba a
fomentar el objetivo de degradar los fundamentos de la sociedad occidental,
sobre todo la familia y la moralidad que ésta inculcaba.
Según
Georg Lukacs, "Los demonios estaban de vuelta, el mal estaba siendo
generado en su propia mente, y usted necesitaba un nuevo sacerdocio para que lo
salvara".
Las
trastornadas ideas de Freud agregadas a aquéllas de los marxistas
transformacionales condujeron al término "Freudomarxismo". Las
teorías de Freud inspiraron al futuro psicólogo judío Wilhelm Reich, quien creó
y difundió el concepto de "Revolución Sexual" en 1930, que iba a
convertirse en una característica de la subversión de la sociedad occidental
llevada a cabo por la Escuela de Frankfurt. La revolución sexual fue inspirada
por Freud, y hasta este día tiene un impacto devastador sobre la moralidad
tradicional y la familia tradicional.
Las
teorías psicológicas de Freud fueron formadas por sus propios sueños y recuerdos
de infancia. Él afirmó que recordaba odiar a su padre y estaba convencido de
que él mismo tuvo sentimientos sexuales hacia su madre.
Freud
más tarde escribió: "Encontré en mí mismo un amor constante por mi
madre, y celos hacia mi padre. Ahora pienso que éste es un acontecimiento
universal en la infancia".
En
2004 el autor judío Nathan Abrams escribió en The Jewish Quarterly que "Los
judíos estuvieron también en la vanguardia de la revolución sexual en los años
'60. Wilhelm Reich, Herbert Marcuse y Paul Goodman reemplazaron a Marx, Trotsky
y Lenin como la lectura obligada de los revolucionarios".
Abrams
también se refiere a una entrevista con Al Goldstein, el editor judío de la
revista Screw, quien afirmó que "la única razón de que los judíos
estén en la pornografía es que pensamos que Cristo es una mierda. El
catolicismo es una mierda, y no creemos en el autoritarismo. La pornografía así
se convierte en una manera de profanar la cultura cristiana".
Todo
lo que ha salido de la Escuela de Frankfurt ha estado específicamente
orientado a la destrucción de nuestra herencia y nuestra gente. Nuestros niños
están siendo conducidos por el flautista de Hamelin del mal, llevados
a su inmersión eterna en un mundo de subversión mental y destrucción. Nuestra
cultura y nuestro unificante entendimiento común de lo que es correcto e
incorrecto están en las manos de una dirección satánica. La sociedad está
enferma, envenenada con una enfermedad que mata lentamente y que carcome el
sistema inmunológico de un pueblo y su herencia. La verdad está ahí, escondida
a usted a propósito. ¿No es tiempo de que usted deje la negación y la apatía?;
¿no es tiempo de que usted reconozca la verdad cuando ella lo mira fijamente a
la cara?..
Publicado por Julius 25
23 de Enero de 2013