Thich Nhat Hanh, un filósofo y monje budista vietnamita, escribe sobre cómo disfrutar de una buena taza de té. Debemos estar completamente atentos al presente para disfrutar de una taza de té. Sólo siendo conscientes del presente nuestras manos sentirán el calor de la taza. Sólo en el presente aspiraremos el aroma del té, saborearemos su dulzura, y llegaremos a apreciar su exquisitez. Si estamos obsesionados por el pasado o preocupados por el futuro, dejaremos escapar la oportunidad de disfrutar de una buena taza de té. Cuando miremos el interior de la taza, su contenido ya habrá desaparecido. Con la vida ocurre lo mismo. Si no vivimos plenamente el presente, en un abrir y cerrar de ojos la vida se nos habrá escapado. Habremos perdido sus sensaciones, su aroma, su exquisitez y su belleza, y sentiremos que ha transcurrido a toda velocidad. El pasado ya ha pasado. Aprendamos de él y dejémoslo atrás. El futuro ni tan siquiera ha llegado. Hagamos planes para el futuro, pero no perdamos el tiempo preocupándonos por él. Preocuparse no sirve para nada. Cuando dejemos de pensar en lo que ya ha ocurrido, cuando dejemos de preocupamos por lo que todavía no ha pasado, estaremos en el presente. Sólo entonces empezamos a experimentar la alegría de vivir.
De: “Lazos de amor” de Brian Weiss
Los 14 Preceptos de Thich Nhat Hanh
1. No seas idólatra ni te ates a ninguna
doctrina, teoría o ideología, incluso a las Buddhistas. Todos los
sistemas de pensamiento son medios de guía; no son la verdad absoluta.
2. No creas que el conocimiento que
tienes en este momento es la verdad inmutable, absoluta. Evita ser de
mentalidad estrecha y atarte a los puntos de vista presentes. Aprende y
practica el desapego de los puntos de vista para estar abierto a recibir
los puntos de vista de los demás. La verdad se encuentra en la vida y
no meramente en el conocimiento conceptual. Prepárate para aprender a
través de toda la vida y a observar la realidad en ti mismo y en el
mundo en todo momento.
3. No fuerces a los demás, ni siquiera a
los niños, por ningún medio en absoluto, a adoptar tus puntos de vista,
ya sea por autoridad, amenaza, dinero, propaganda o incluso educación.
Sin embargo, por medio del diálogo compasivo, ayuda a los demás a
renunciar al fanatismo y la estrechez.
4. No evites el contacto con el sufrimiento ni cierres tus ojos ante el sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del sufrimiento en la vida del mundo. Encuentra maneras para estar con aquellos que están sufriendo por todos los medios, incluyendo el contacto personal y las visitas, imágenes, sonido. Por tales medios, despierta tú mismo y a los demás a la realidad del sufrimiento en el mundo.
4. No evites el contacto con el sufrimiento ni cierres tus ojos ante el sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del sufrimiento en la vida del mundo. Encuentra maneras para estar con aquellos que están sufriendo por todos los medios, incluyendo el contacto personal y las visitas, imágenes, sonido. Por tales medios, despierta tú mismo y a los demás a la realidad del sufrimiento en el mundo.
5. No acumules riqueza mientras millones
están hambrientos. No tomes como el objetivo de tu vida a la fama, el
provecho, la riqueza o el placer sensual. Vive simplemente y comparte el
tiempo, la energía y los recursos materiales con quienes están en
necesidad.
6. No mantengas ira u odio. Tan pronto
como surgen la ira y el odio, practica la meditación sobre la compasión
para comprender profundamente a las personas que han causado ira y odio.
Aprende a ver a los otros seres con los ojos de la compasión.
7. No te pierdas en la dispersión y en
el ambiente que te rodea. Aprende a practicar la respiración para
recuperar la compostura del cuerpo y la mente, para practicar la
atención, y para desarrollar la concentración y la comprensión.
8. No pronuncies palabras que puedan
crear discordia y causar ruptura en la comunidad. Haz todos los
esfuerzos para reconciliar y resolver todos los conflictos, aunque sean
pequeños.
9. No digas cosas falsas por el bien del
interés personal o para impresionar a las personas. No pronuncies
palabras que causen desviación y odio. No difundas noticias que no sabes
si son ciertas. No critiques o condenes cosas de las que no estás
seguro. Habla siempre verdadera y constructivamente. Ten el valor de
hablar sobre situaciones de injusticia, aun cuando hacerlo pueda
amenazar tu propia seguridad.
10. No uses a la comunidad Buddhista
para ganancia o provecho personal, ni transformes tu comunidad en un
partido político. Una comunidad religiosa debe, sin embargo, tomar una
actitud clara contra la opresión y la injusticia, y debe esforzarse por
cambiar la situación sin engancharse en conflictos partidarios.
11. No vivas con una vocación que sea
dañina para los humanos y la naturaleza. No inviertas en compañías que
priven a los demás de su oportunidad de vivir. Elige una vocación que
ayude a realizar tu ideal de compasión.
12. No mates. No permitas que otros maten. Encuentra todos los medios posibles para proteger la vida y prevenir la guerra.
13. No poseas nada que debería
pertenecer a los demás. Respeta la propiedad de los demás pero evita que
los demás se enriquezcan con el sufrimiento humano o el sufrimiento de
otros seres.
14. No maltrates a tu cuerpo. Aprende a
manejarlo con respeto. No veas a tu cuerpo sólo como un instrumento.
Preserva las energías vitales (sexual, respiración, espíritu) para la
realización del Camino. La expresión sexual no debería ocurrir sin amor y
compromiso. En las relaciones sexuales, sé consciente del sufrimiento
futuro que pueda causarse. Para preservar la felicidad de los demás,
respeta los derechos y compromisos de los demás. Sé plenamente
consciente de la responsabilidad de traer nuevas vidas al mundo. Medita
sobre el mundo al cual estás trayendo nuevos seres.
No creas que yo siento que sigo
todos y cada uno de estos preceptos perfectamente. Sé que fallo de
muchas maneras. Ninguno de nosotros puede cumplir plenamente cualquiera
de ellos. Sin embargo, debo trabajar hacia una meta. Esta es mi meta.
Ninguna palabra puede reemplazar a la práctica, sólo la práctica puede
hacer a las palabras.
Thich Nhat Han: Maestro
Zen nacido en Vietnam Central el 11 de Octubre de 1926, monje budista
desde hace más de cuatro décadas y activista por la paz, nominado para
el Premio Nobel por ese motivo. Refugiado político en Francia desde
1972, por su combate pacífico, empezado durante la guerra de Vietnam. En
Vietnam fundó la Escuela de la Juventud para los Servicios Sociales, la
Universidad Budista de Vanh Hanh, la editorial Le Boi Press y la Orden
del Interser. Enseñó en la Universidad de Columbia y la Sorbona. En 1967
Fue nominado por Martin Luther King para el Premio Nobel de la Paz.
Actualmente vive en Francia, en una comunidad de enseñanza budista
llamada Plum Village fundada en 1982, cercana a Burdeos. Viaja
constantemente por el mundo dando enseñanzas y conferencias y ayudando a
los refugiados. Ha escrito más de 60 libros en inglés, francés y
vietnamita. Algunos han sido traducidos al español. Sus textos y
conferencias se centran a menudo en la necesidad de transmitir a la
acción cotidiana y social una intención profunda de amor surgido de una
atención consciente.
http://www.lawebdepedro.com.ar/2012/04/los-14-preceptos-de-thich-nhat-hanh/
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