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domingo, 29 de abril de 2012

El método Silva de control mental: Meditación dinámica



Capítulo 5:
Meditación dinámica

La meditación pasiva, acerca de la cual acaba usted de leer (y que espero esté a punto de experimentar) se puede lograr de otras maneras. En lugar de concentrarse en una imagen vi­sual, puede concentrarse en un sonido, tal como OM o UNO o AMÉN, emitido en voz alta o mentalmente, o también al respirar.

Puede concentrarse en un punto de energía del cuerpo o en un ritmo monótono como de danza con tambores, o escu­char un sonoro canto gregoriano mientras observa la repre­sentación majestuosa de un rito religioso. Todos estos mé­todos y algunas combinaciones de ellos que se practican lo con­ducirán a un tranquilo nivel de meditación.

Yo prefiero la cuenta regresiva para que usted llegue a ese nivel, porque al principio se requiere de un poco de concen­tración, y la concentración es la clave del éxito. Una vez que haya alcanzado su nivel en varias ocasiones con este método, el método quedará asociado en su mente con el resultado exitoso y el proceso se convertirá en algo automático.

Cada uno de los resultados exitosos obtenidos en Control Mental se convierte en lo que nosotros llamamos un "punto de referencia": evocamos la experiencia anterior en forma cons­ciente o inconsciente, la repetimos y partimos desde allí.

Una vez que haya alcanzado el nivel meditativo, no es sufi­ciente con limitarse a permanecer en él y esperar a que algo suceda. Realmente es hermoso y tranquilizante y en efecto con­tribuye a su salud, pero estos son logros modestos comparados con aquello que es posible llevar al cabo. Vaya más allá de esta meditación pasiva, entrene a su mente para actividades organizadas y dinámicas (para las cuales estoy convencido que la mente fue diseñada) y los resultados lo sorprenderán.

Doy mucha importancia a esto ahora porque este es el momento para que nosotros vayamos más allá de las técnicas de meditación pasiva sobre las cuales acaba de leer y apren­damos a usar la meditación en forma dinámica para resolver algunos problemas. Ahora verá la razón por la cual es tan im­portante el sencillo ejercicio de visualizar una manzana, o cualquier otra cosa que usted escoja.

Ahora, antes de entrar a nivel, piense en algo agradable, no importa que tan trivial sea, algo que haya sucedido ayer o el día de hoy. Repase el hecho brevemente en su mente, y des­pués entre totalmente a nivel y proyecte el incidente completo en su pantalla mental ¿Cuáles fueron las escenas, los olores, los sonidos y los sentimientos que usted tuvo en ese momento? Todos los detalles. Se sorprenderá ante la diferencia que existe entre su memoria Beta de aquel incidente y su recordación Alfa de él. Es casi tan grande como la diferencia entre decir la palabra "nadar" e irse a nadar realmente.

¿Qué valor tiene esto? Primero, constituye un escalón que conduce a algo más grande, y segundo, resulta de utilidad por sí mismo. Aquí tiene la manera como lo puede usar:

Piense en algo que usted posee que no esté perdido, pero que requeriría de un momento de búsqueda para encontrarlo. Las llaves de su auto, tal vez. ¿Se encuentran sobre su mesita de noche, en su bolsa, en el auto? Si no está seguro, entre a nivel, retroceda al momento en que las tuvo por última vez, y vuelva a vivir ese momento. Ahora proceda hacia adelante en el tiempo y las localizará si se encuentran en el sitio en el que las dejó. (Si alguna otra persona las tomó, usted tiene otro tipo de problema por resolver, mismo que requiere de técnicas mucho más avanzadas).

Imagine un alumno que recuerda que su profesor dijo que habría un examen este miércoles ... ¿o dijo el próximo miér­coles? Lo puede aclarar por sí mismo a nivel Alfa.

Estos son ejemplos típicos de pequeños problemas cotidia­nos que esta sencilla técnica de meditación puede resolver.

Ahora vamos a dar un salto gigantesco hacia adelante. Vamos a conectar un acontecimiento real con uno deseable que usted imagine, y veremos qué es lo que sucede con el imagina­rio. Si usted opera de acuerdo con algunas leves muy sencillas, el acontecimiento imaginario se convertirá en suceso real.

1ª ley: Es preciso que tenga él deseo de que el aconteci­miento tenga lugar. "La primera persona que yo vea en la calle mañana se estará sonando la nariz". Esto sería un proyecto has­ta tal punto inútil que su mente lo rechazará y es probable que no funcione. Pero su jefe se mostrará más complaciente, cierto cliente estará más receptivo hacia lo que le está ven­diendo, encontrará satisfacción en una tarea que por lo general le resulta desagradable . . . estos prospectos que pueden implicar una medida razonable de deseo.

2ª Ley: Es preciso que aliente la creencia de que el acontecimiento puede tener lugar. Si su cliente tiene demasiada existen­cia del producto que usted vende, usted no puede creer razona­blemente que él estará ansioso por comprar. Si usted no pue­de creer, dentro de un margen razonable, que el suceso puede ocurrir, su mente trabajará en su contra.

3ª Ley: Es necesario que usted posea la esperanza de que el acontecimiento tenga lugar. Esta es una ley más útil. Las dos primeras son sencillas y pasivas. La tercera introduce un poco de dinámica. Es posible desear un acontecimiento, creer que puede tener lugar, y aún así no tener la esperanza de que se produzca. Usted quiere que su jefe esté de buen talante ma­ñana, sabe que puede estarlo, pero aún así puede estar un tanto lejos de esperar que así sea. Aquí es donde aparecen Control Mental y la visualización eficaz, como veremos en un momento.

4ª Ley; Usted no puede provocar un problema. No habla­mos de que si debe hacerlo, sino de poder causarlo. Esta es una ley fundamental que abarca todo. "Qué bueno sería si pudiera yo hacer que mi jefe cometiera un error tan absurdo que lo des­pidieran y me dieran su puesto". Cuando se trabaja en forma dinámica a nivel Alfa estamos en contacto con la Inteligencia Suprema y desde tal perspectiva no sería nada "bueno" desear­le eso a su jefe. Usted puede hacer que pesquen al jefe en falta y lo despidan, pero esto lo estaría usted haciendo enteramente por su cuenta... y en Beta. En Alfa sencillamente no funciona.

Si en su nivel meditativo, trata de conectarse con alguna clase de inteligencia que esté dispuesta a ayudarlo en una in­triga perversa, esto será tan infructuoso como tratar de sintoni­zar un radio en una difusora que no existe.

Algunos me acusan de ser una persona muy ingenua y opti­mista en este punto. Miles de personas han sonreído en forma indulgente mientras yo hablaba de la absoluta imposibilidad de hacer daño a nivel Alfa, hasta que lo descubren por sí mis­mos. Hay bastante maldad en este planeta, y nosotros los hu­manos perpetramos más de la cuenta, pero esto se hace en el nivel Beta, no en el Alfa, ni en el Theta, y probablemente tampoco en el Delta. Mis investigaciones lo han comprobado.

Yo jamás recomiendo perder el tiempo, pero si es necesario que usted compruebe lo anterior por sí mismo, entre a nivel y trate de producirle a alguien un dolor de cabeza. Si usted visualiza este "acontecimiento" tan vívidamente como se nece­sita, ocurrirá una de estas cosas, o las dos: usted, y no lo su­puesta víctima, padecerá el dolor de cabeza y/o usted saldrá de inmediato del nivel Alfa.

Esto no da respuesta a todas las preguntas que usted posi­blemente tenga en relación con los potenciales de bondad y maldad de la mente. Habrá más que decir posteriormente. Por el momento, escoja un acontecimiento que constituya so­lución a un problema, algo que usted desee, crea que se puede producir, y, con el siguiente ejercicio, aprenderá a esperarlo.

Aquí tiene lo que debe hacer:

Elija un problema real. Como un ejemplo, digamos que su jefe ha estado malhumorado últimamente. Hay tres cosas que debe seguir una vez que llegue a su nivel:

Paso 1: En su pantalla mental reviva detalladamente un acontecimiento en el que se manifestó el problema. Vuelva a vivirlo durante un momento.

Paso 2: Desplace suavemente esta escena hacia la derecha de la pantalla. Deslice sobre la pantalla otra escena que tendrá lugar el día de mañana. En esta escena todos los que rodean a su jefe están alegres y el jefe está recibiendo buenas noticias. Es evidente que está de mejor humor ahora. Si usted sabe espe­cíficamente qué era lo que estaba ocasionando el problema, visualice la solución. Visualícela tan vívidamente como lo hizo con el problema.

Paso 3; Ahora empuje esta escena hacia la derecha de la pantalla y reemplácela con otra procedente de la izquierda. El jefe está contento ahora, tan agradable como usted sabe que puede estarlo. Experimente esta escena tan vívidamente como si en realidad hubiera ya ocurrido. Quédese con ella du­rante un momento, y siéntala a plenitud.

Ahora, sale usted de nivel contándose del uno al cinco y estará completamente despierto, sintiéndose mejor que antes. Puede confiar en que acaba de echar a andar fuerzas que tra­bajarán a su favor, encaminadas a dar origen al acontecimiento o situación que usted quiere.

¿Esto dará por resultados invariablemente, sin falla? No.

No obstante, he aquí lo que experimentará si no ceja en sus esfuerzos: una de las primeras sesiones de meditación para la resolución de problemas dará resultado. Cuando esto suceda, ¿quién puede decir que no se trató de una coincidencia? Des­pués de todo, el acontecimiento que escogió tenía que ser lo suficientemente probable para que usted creyera que se podía materializar. Después dará resultado una segunda vez, y una tercera. Las "coincidencias" se acumularán. Abandone sus ac­tividades de Control Mental y habrá menos coincidencias. Re­grese a ellas y las coincidencias se volverán a multiplicar.

Aún más, conforme aumente gradualmente su habilidad usted observará que será más capaz de creer y esperar aconte­cimientos que habrían sido cada vez menos probables. Al cabo de un tiempo, con la práctica, los resultados que alcance serán cada vez más sorprendentes.

Cuando trabaje con cada problema, empiece por volver a vivir brevemente su mejor existencia previa. Cuando se pro­duzca una experiencia exitosa todavía mejor, abandone la an­terior y use la mejor como punto de referencia. De esta manera usted se volverá "cada vez mejor y mejor", para usar una frase que tiene un significado especialmente rico para todos los que participamos en Control Mental.

Tim Masters, un estudiante universitario y taxista de Fort Lee, Nueva Jersey, utiliza el tiempo que espera entre un pasa­jero y otro para meditar. Cuando el negocio local no marcha bien, coloca una solución en su pantalla mental: una persona cargada de maletas que quiere ir al aeropuerto Kennedy.

-Las primeras veces que lo intenté, no sucedió nada. Des­pués ocurrió: apareció un hombre cargado de maletas que quería ir al aeropuerto Kennedy. En la siguiente ocasión, co­loqué a este hombre en mi pantalla, experimenté esa sensación que se tiene cuando las cosas están dando resultado, y apareció otro hombre que iba al Kennedy. ¡Funciona! ¡Es como una racha de buena suerte que no desaparece!

Antes de proseguir con otros ejercicios y técnicas, me per­mito hacer una observación sobre algo que probablemente se esté preguntando: ¿por qué desplazamos las escenas de izquier­da a derecha en nuestra pantalla mental? Puedo tomar nota de la pregunta aquí, pero se hablará sobre ella con mayor deta­lle posteriormente.

Mis experimentos han demostrado que los niveles más pro­fundos de nuestra mente experimentan el tiempo en un flujo que va de izquierda a derecha. En otras palabras, el futuro se percibe a nuestra izquierda, y el pasado a nuestra derecha. La idea de hablar acerca de esto ahora resulta tentadora, pero hay que llevar al cabo otras cosas antes de proceder con esto.


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FUENTE: http://www.mailxmail.c

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