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viernes, 5 de octubre de 2012

¿Qué es el sistema inmune?



Sistema Inmunológico

¿Qué es el sistema inmune?

No hace demasiado tiempo que se empezó a hablar del sistema inmunológico, digamos que casi apareció este término junto con la aparición del SIDA y a partir de eso se comenzó a descubrir cuántas enfermedades estaban íntimamente relacionadas con la baja del sistema inmune.
Hoy en día es tan alto el índice de enfermedades llamadas de la civilización, que se han convertido en enfermedades epidemias, que se está investigando mucho acerca de las implicancias de un sistema inmune bajo y de las causas del mismo.-
Enfermedades epidemias hoy son aquellas que están aquejando a tantos seres humanos y que parecieran ser enfermedades de moda, los mismos médicos hablan que a sus consultas se acercan personas, casi todas con las mismas dolencias, entre estas se cuentan: alergias, colon irritable, extirpación de útero, osteoporosis, insomnio, depresión, sobrepeso, cáncer, Sida, diabetes, anemia, disfunciones de la glándula tiroidea, hipertensión, problemas circulatorios y cardiovasculares.
 ¿Qué es el sistema inmune?
El sistema inmune tiene el propósito de mantenernos con vida desarrollando nuestra calidad biológica, anímica y espiritual, bajo las siempre cambiantes condiciones del medio ambiente.El sistema inmunológico es la función más conectada con las leyes naturales que responden al Orden del Universo.
El sistema inmunitario es nuestra salvaguarda en la relación que mantenemos con el medio ambiente. Si el sistema inmunitario está alto la persona puede estar en contacto con alérgenos y no ser alérgico, con gérmenes y no tener infecciones, con cancerígenos y no tener cáncer.
“La medicina moderna consideraba “afuncionales” muchos órganos del sistema inmunitario, lo que hacía que se extirparan sin ningún problema, como las amígdalas, adenoides, apéndice, timos, bazos, creyendo que estas estructuras eran inútiles y que ocupaban un lugar porqué sí.
El sistema inmunitario comprende las amígdalas, los adenoides, el timo, los ganglios linfáticos de todo el cuerpo, la médula ósea, los glóbulos blancos de la sangre, otras células que salen de los vasos sanguíneos y circulan por los tejidos, la circulación linfática, el bazo, el ápendice y los trozos de tejido linfoide del tracto intestinal. El trabajo esencial de este sistema es distinguir lo propio de lo ajeno o extraño, reconocer y actuar debidamente contra cualquier material que no deba estar en el cuerpo.
Al igual que el sistema nervioso, el sistema inmunitario es capaz de aprender, analiza sus experiencias, las recuerda y las trasmite a las futuras generaciones de células. Debido a que sus tejidos son muy activos sus células se dividen con mucha rapidez y por lo tanto están expuestas a sufrir daños que puedan mutar el ADN”. (Salud y Medicina Natural, Dr. Andrew Weill).
El sistema inmune sería algo así como el operador que determina un tipo de inteligencia en todo el organismo psicofísico de un individuo. Es importante tener en cuanta aquello de que existe una inteligencia propia y natural en el ser humano que nos lleva a un estado de salud y armonía. En función de lo dicho anteriormente podríamos decir que el sistema inmunitario actúa inteligentemente dando la posibilidad al organismo, si éste está bien cuidado, de volver siempre a su estado de equilibrio.
En este sentido vale tener en cuenta lo que ocurre con el contacto con los químicos a través de tanta ingestión de medicamentos, químicos que forman parte de los alimentos que ingerimos, de todo lo que aspiramos, además de la contaminación electromagnética.
Tanta química está destruyendo nuestro ADN, mutándolo, con lo cual es imposible la adaptación al medio ambiente circundante, ya que se está modificando la estructura propia del ser humano, y esa inadaptación, baja nuestro sistema inmune, al bajar el sistema inmune, todos los sistemas se ven debilitados y el sistema general, que es el cuerpo-mente humano, se debilita, degenerándose y generando en consecuencia las enfermedades epidemia de la que es víctima nuestra civilización.

Algunas causas y efectos de la baja del sistema inmune

Modo de vida

Existe un debilitamiento muy marcado en lo que hace a las características de los seres humanos que hoy habitamos este planeta. La vida moderna se orienta principalmente a la satisfacción del placer, a la búsqueda de comodidad y seguridad, a través de la prosperidad material, sacrificando por eso la salud física, la claridad mental y el desarrollo personal como ser humano.
Todos los problemas de la vida actual son tratados superficialmente, enfatizando la rapidez, conveniencia y eficiencia, desconociendo la naturaleza biológica del ser humano, su capacidad de resistencia, con una exigencia mayor a las posibilidades que cada uno tiene.
El modo de vivir y el exceso de tecnología producen efectos negativos en la salud humana, poniendo en peligro la existencia y el desarrollo armónico del Ser Humano en el Planeta. Si bien siempre existieron guerras, siempre, también, el hombre careció del respeto por la vida, siempre existieron el dolor, el sufrimineto y el desamor. Que esto suceda es responsabilidad de cada individuo que habita este planeta.
El inconciente colectivo actúa fuertemente y lo que le pasa a uno le suecde al resto, lo que le sucede al mundo, le sucede a uno, de manera que por más que vivamos en el campo alejado de las grandes ciudades, escuchando el murmullo de los arroyos, sabemos y sentimos de la miseria, del dolor e injusticia que acontece en todas partes.
La forma de pensar de las mayorías son las que imperan y actúan, formas individualistas de ver la vida, carentes de un sentido solidario, respetuoso, humanitario. Hay una uniformidad en la forma de pensar, una hegemonía, que impide la iniciativa personal, las personas no tienen fuerza para desarrollar su propia idea y vivencia y se dejan llevar por lo que las mayorías piensan y sienten.
Los medios de comunicación se encargan de determinar cuáles son los valores dominantes.
Todos estamos imbuidos dentro de la sociedad de consumo y nos resulta a todos natural, vivir con el celular en la mano, recibiendo el día entero innumerable cantidad de llamados, en ese afán por estar comunicados, sin percibir el peligro que ello encierra en relación a nuestra salud, ya está comprobado como los celulares actúan en relación al cerebro, las ondas que emanan, además del problema psicológico que se produce en este afán de estar conectado, ya que cuanto mayor es la necesidad de comunicación, menor es la conexión con uno mismo, generando esto mayor inseguriadad psicológica y por consiguiente menor comunicación con los demás.
A nadie le resulta anormal que un bebé de 3 meses vaya en un cochecito paseando por el centro de la cuidad entre bocinas y descargas de los caños de escape, recibiendo contaminación por plomo; a nadie tampoco le resulta extraño ver a niños desde los 3 años consumir hamburguesas y mirar por T.V escenas fuerte de violencia o a niños de 9 años mirar telenovelas desde las 5 de la tarde a las 10 de la noche.
A nadie le resulta raro ver a un niño jugando con un revolver, tampoco a adolescentes tirados en el vereda consumiendo cerveza, a niños de 6 años pidiendo limosna, limpiando parabrisas, a padres que salen de su casa a las 8 de la mañana y llegan a las 9 de la noche, sin el menor contacto con sus hijos, a mujeres de 60 años que parecen de 30, a restauranes tirando a la basura las sobras de comida cuando hay cientos y cientos padeciendo hambre, a nadie le resulta raro la infidelidad, tampoco ver a personas que pesan 120 kgs, a madres que les dicen a sus hijas adolescentes que tienen que ser “flacas”, a hombres que se drogan con cocaina para poder trabajar más y más y así cumplir la expectativa de su esposa de tener el auto nuevo y pagar el psicólogo a toda la familia, a nadie le resulta raro ver a otro ingiriendo todo el día gaseosas para poder funcionar y estar “más despierto” .
Y así como estos tantos ejemplos más en dónde lo normal es esta forma de vivir y lo anormal sería lo contrario, no por prejuicio o discurso moralista, sino por la falta de inocencia, por la necesidad de una mente sensible, pura, más allá de no estar a la moda.
Pareciera ser que si uno dice todo esto pertenece al “Opus Dei” o a una secta religiosa y no nos damos cuenta que no existe en nosotros una mente genuina, descondicionada de las pautas actuales del vivir que están terminando con la calidad de la existencia humana, dónde las personas ya no pueden adaptarse a la forma de vida actual sin padecer alguna enfermedad crónica, que afecte su sistema nervioso y su integridad.
No es entonces extraño, que en medio de toda esta tergiversación de hechos, de pautas de vida, donde todo está cambiado, no exista el debilitamiento humano. Ahora este debilitamiento ¿es la consecuencia de una forma de vida equivocada o la forma de vida equivocada generó el debilitamiento?.
Somos muchos seres humanos, ese es el principal problema, y entre tantos que somos cada vez la inseguridad es mayor, el miedo es mayor y hemos desarrollado la tecnología para ayudarnos a estar suspestamente más cómodos y estamos cada vez más incómodos, menos felices, más enfermos.
Tanto miedo tenemos a no “ser” a no ser queridos, que vivimos buscando tapar el dolor que ese miedo nos genera y esto nos incapacita a poder generar en nosotros mismo la fuente del amor. Este desamor debilita. El debilitamiento del sistema inmune es un reflejo de dicho desamor.
Abuso de medicamentos, intervenciones quirúrgicas, antibióticos, alcohol y drogas no prescriptas
El exceso en el uso medicamentos, genera una condición muy acidificante en el organismo, con lo cual es imposible que puedan mantenerse los nutrientes y que existan minerales que levanten las defensas naturales del organismo.
La extirpación del ápendice que se hace cuando se abre la zona abdominal, en caso de operaciones de otro tipo, causa en muchos casos un debilitamiento innecesario de las funciones intestinales. Se realizan hoy en día cirugías que podrían evitarse utilizando métodos naturales, como por ejemplo remoción de quistes, fibromas, histerectomías en general, que se realizan por una supuesta prevención al cáncer, sucediendo que cuando se abre el organismo, cada herida lleva mucho tiempo para que el vuelva a su fase natural y energéticamente se violentan las funciones vitales, debilitando física y emocionalmente a la persona, cuando todas estas dolencias pueden resolverse de formas no violentas.
Los médicos por ej. remueven facilmente el útero y los ovarios en las mujeres, cuando encuentran algo que podría ser causante de cáncer sin tratar al paciente de una forma integral, diciendo que estas operaciones no tiene ninguna contraindicación, cuando es elemental ver que no puede no haber un debilitamiento al sacar a una mujer algo que le es tan propio a su femineidad como el útero.
Por otro lado los tratamientos con quimioterapia, o radioterapia, al afectar tanto la condición del hígado transforman negativamente la calidad de la sangre, además de reducir los glóbulos blancos.
El uso de antibióticos debilita la actividad esencial de microorganismos en el sistema digestivo, especialmente en el intestino, esto causa desórdenes digestivos contribuyendo a la baja del S.I.
Cada vez el uso de drogas, llamadas estupefacientes se ha ido multiplicando, sobretodo en adolescentes y jóvenes, tales como la marihuana, cocaína, LSD, anfetaminas y otros, estas drogas que adormecen la capacidad del sistema nervioso impiden el normal funcionamiento de todos los órganos generando un debilitamiento marcado en todas las funciones psicofísicas de cualquier individuo que las ingiera, lo mismo sucede con el consumo de alcohol.

Efectos de drogas, medicamentos, operaciones quirúrgicas

Entre algunos de los efectos debido al debilitamiento del sistema inmune podemos mencionar la creciente incidencia tanto de los defectos congénitos como los abortos espontáneos. Esta tendencia de abortos implica una falta de capacidad entre las madres jóvenes para llevar el embarazo a buen término.
Tales tendencias según investigaciones del “Albert Einstein, College of Medicine” pueden estar asociadas al creciente uso del cigarrillo, marihuana, antibióticos, fármacos, alcohol, ingestión de alimentos refinados y grasas. Se sabe que estas sustancias tiene efectos tóxicos para el feto en desarrollo.
Tanto las drogas prescriptas como las libres pueden considerarse como relevantes en la baja del S.I. Hoy es muy común ver como la gente que requiere más servicios médicos es la que menor salud tiene.
Desde el año 1950, se ha evolucionado en una sociedad “medicalizada”, con una excesiva dependencia a las drogas con o sin prescripción.
El cuerpo tiene mecanismos protectores para remover las sustancias tóxicas y extrañas, tales como el riñón y el hígado, que actúan como laboratorios y que se encargan de desintoxicar, ya que son órganos excretores. El riñón es el órgano excretor más importante, si este se ve sobrecargado por el consumo de drogas y alimentos muy proteicos, como grasas animales, no puede cumplir bien su función con lo que se ve comprometido el S.I.
El hígado que es el llamado laboratorio del cuerpo, en su calidad de genio creador metabólico, tiene la función de procesar los nutrientes y remover también las sustancias tóxicas (pesticidas, contaminantes ambientales, aditivos alimentarios).
Si el hígado no cumple bien su función debido al exceso en el consumo de químicos, el estrés, la mala sangre, se ve sobrecargado con lo que las toxinas permanecen en el organismo generando una baja del S.I, con lo cual la absorción de nutrientes se ve limitada, generándose enfermedades tales como la anemia por ejemplo, que es el comienzo de muchas enfermedades que hoy aquejan a la mayoría de los seres humanos.
Se denomina “Tonsilectomía” a la remoción de amígdalas, según investigaciones se han visto relaciones estrechas entre esta operación y el desarrollo de SIDA y otras enfermedades infecciosas, lo mismo se ha investigado sobre el desarrollo de leucemia y su relación con operaciones de remoción del tejido linfoide.
Hay muchos médicos que proponen formas naturales para resolver las recurrentes infecciones de gargantas en niños, lo mismo que el poder evitar la remoción del tejido linfoide.

Cambios de hábitos alimenticios

Los habitos dietéticos han cambiado desde 1950 en adelante, cuando se difundió una dieta de mucha proteina y grasa en todo el mundo industrializado. La agricultura química reemplazó a la orgánica y continuó el refinamiento de granos y sus productos. El fast-food reemplazó la comida hogareña, a tal punto que hoy llegamos a los alimentos transgénicos que forman parte de la ingesta diaria de niños y jóvenes poniendo en peligro sus capacidades biológicas.
Generalmente se considera que la mala alimentación es una de las causas más frecuente de inmunodeficiencia en el mundo y no precisamente por la subaliemntación sino por el exceso de la misma. La deficiencia de nutrientes no está limitada a los paises del tercer mundo. El exceso en el consumo de alimentos acidificantes (carnes, lácteos, azúcares, café, yerba mate y té) genera una disminución de minerales, vitaminas y proteínas que el organismo necesita para que todos sus sistemas funcionen adecuadamente.
Nos ha llegado recientemente un informe aterrador sobre lo que es el consumo de alimentos transgénicos y MCDonald, de CLAUDIA JULIANA LUCENA LIZARAZO, Grupo de Investigación en Geomática, Universidad Industrial de Santander:

¿Vamos a McDonald's a comer?

“Si ustedes creen que lo que comen en McDonald's es "carne de soja" o carne de caballo, después de leer lo que sigue, desearían haber comido la nutritiva "carne de soja" y la nada tóxica carne de caballo.
Según fuentes autorizadas de la Universidad Estatal de Michigan, trascendió recientemente, que la carne que utiliza McDonald's para sus hamburguesas, proviene de unos auténticos bultos sin patas y sin cuernos, que son alimentados por medio de tubos conectados a sus estómagos y que de hecho no tienen huesos, sino un poco de cartílagos que nunca llegan a desarrollarse.
Quienes los han visto, aseguran que son cosas muy desagradables, pues además de permanecer inmóviles toda su "vida", no tienen ojos, ni cola y prácticamente no tienen pelo; de hecho, su cabeza es del tamaño de una pelota de tenis y lo único que sobresale es lo que les queda de "boca".
La manipulación genética de la cual son resultado, los convierte en verdaderas cosas inanimadas con una horripilante apariencia gelatinosa.
Cuando el gobierno intentó obligarlos a retirar de sus anuncios que sus hamburguesas tenían carne de res, ellos argumentaron que en latín "RES" significa COSA, y que ellos producían carne de COSA, por lo que argumentaron que sí podían decir que era carne de RES.
Aunque dicho argumento es bastante rebatible y fraudulento, se dice que con todo el poder económico que los respalda, habrán sobornado a muchas personas, en diversos puestos, a muy altos niveles gubernamentales. Por eso, Mc Donalds se permite el lujo de anunciar que lo que le meten a sus hamburguesas es 100% carne de RES, o sea carne de "COSA", es decir, de esas cosas que se sabe hacen crecer en pseudo establos y con procedimientos de dudosa ética. Pero NUNCA verán que exista ninguna leyenda o anuncio en donde McDonald's diga que la carne que utilizan es de "Ganado Vacuno", que es el nombre apropiado para designar genéricamente a toros y vacas.
Las substancias y toxinas que desarrollan las "COSAS" que cría McDonald's, producen con el paso del tiempo daños irreversibles en la salud.”
Por otro lado los métodos culinarios preferidos por la tecnología alimentaria, electricidad y microondas han transformado la calidad de los alimentos, desvitálizandolos, descomponiendo las moléculas alimenticias creando energías caóticas. Todo esto hace perder nuestra inmunología natural.

La contaminación ambiental

A pesar de que se sabe los efectos de esta contaminación poco se cesa en las prácticas relacionadas con ella. La lluvia ácida perjudica las cosechas, bosques y la vida biológica en ríos y lagos. Los residuos nucleares y las substancias radiactivas están contaminando la atmósfera, el agua y el suelo, haciendo peligrar la vida en todos los niveles. Los químicos y residuos tóxicos depositados en lagos, cursos de agua y océnos destruyen la vida marina y los pesticidas usados en los cultivos matan la vida silvestre.
La polución en lugares urbanos producida por automotores, aviones, ruidos y fábricas envenenan la atmósfera. Las influencias electromagnéticas anormales de las centrales de energía, cables de alta tensión y transportes, están dañando la salud humana. Las casas modernas han sido excesivamente tratadas con materiales aislantes como para contaminarse interiormente.
El exceso en el uso de elementos de limpieza y cosmética personal, generan una fuerte contaminación. Como resultado de la polución ambiental toda la vida animal, incluyendo la humana, sufre deformaciones, debilitamiento y degeneración y hasta su posible extinción.

Remoción de amígdalas

La mayoría de los adultos tiene extirpación de amígdalas, como prevención de infecciones, estas prácticas se basan en el desconocimiento de la naturaleza y de la función de estos ganglios. Las amigdalas son una de las varias glándulas que sirven para filtrar las toxinas, los excesos de mucosidad y otras sustancias invasoras del sistema linfático. Las inflamaciones crónicas demuestran que están cumpliendo su función de localizar y neutralizar los excesos ya sean dietéticos o emocionales.Si se remueven las amígdalas las enfermedades infecciosas pueden difundirse más facilmente.

Exposición a rayos X

En las sociedadees modernas es común la exposición a estos rayos que su vez aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer, incluyendo leucemia y linfoma.
Exposición a otros tipos de radiación :
El uso de T.V., computadoras y equipos electrónicos, la irradiación alimenticia para conservar alimentos, la pérdida de ozono, que hace que incorporemos más radiación ultravioleta, debilitan la inmunología natural, aumentando el riesgo de enfermedades infecciosas y debilitando la cantidad de nutrientes y minerales propios del organismo (Hierro, Calcio, Magnesio, Zinc).
La exposición prolongada al sol disminuye la inmunología
Muchas personas creen que el efecto de tomar sol encierra solamente el peligro de cáncer de piel, cuando en realidad el exceso de contaminación por irradiación ultravioleta debilita los órganos en general, el hígado en particular, de ahí las alergias al respecto y el dolor de cabeza que suele acompañar a una exposición prolongada. Muchas de las enfermedades de esta época, depresión, osteoporosis, anemia, y otras, se basan en la pérdida de minerales, generando esto una baja de la inmunología .

Alimentos para equilibrar el sistema inmunológico

Entre los alimentos que ayudan a levantar el sistema inmune podemos mencionar el yogur, Kefir,el ajo, los hongos shiitake, los alimentos ricos en betacaroteno y zinc y una dieta baja en grasas.
Por el contrario las dietas ricas en grasas animales y en aceites vegetales, contribuyen a bajar el S.I., lo mismo que el alcohol, estimulantes como azúcar, café, té negro y yerba mate, bebidas cola, así como farináceos en general y alimentos quimicalizados.
El yogur y el Kefir, previenen contra las infecciones, para que su efecto sea realmente terapéutico es necesario que esté elaborado con leche de vaca orgánica, libre de productos químicos, sin antibióticos ni hormonas, lo ideal es que contenga Lactobacilo Acidophulus, que a su vez contiene microorganismos amigos del tracto intestinal y que permiten realmente levantar la inmunología natural del organismo. Cuando el intestino funciona normalmente, libre de constipaciones, diarreas y fermentaciones, los nutrientes son bien absorbidos y el S.I se encuentra equilibrado.
El ajo tiene una enorme capacidad para eliminar los agentes antitumorales e infecciosos en el organismo, para muchos investigadores es un “modificador de la respuesta biológica”. Debe ser consumido habitualmente en poca cantidad ya que su exceso sobrecarga la función hepática.
El hongo shiitake, de procedencia asiática, redondo, carnoso y oscuro, se usaba antiguamente en Japón, como tranquilizante del sistema nervioso, también tiene la capacidad de bajar el colesterol y regular la presión arterial. En los últimos años se ha descubierto su capacidad para levantar el S.I., se pudo aislar del hongo una sustancia antiviral denominada lentinana que mostró una intensa actividad estimulante del S.I.y ha sido utilizado con muy buenos resultados en enfermos con SIDA.
“En un estudio reciente del Centro Alemán para investigación del Cáncer, con sede en Heidelberg, se comparó la sangre de un grupo de de hombres vegetarianos con la un grupo de consumidores de carne. Los glóbulos blancos de los vegetarianos actuaban en forma dos veces más mortífera contra las células tumorales que los de los que consumían carne. También se observó que los niveles de caroteno eran más altos en la sange de los vegetarianos y es bien sabido que ésta sustancia está presente en verduras y frutas que son grandes amigos del S.I.
Al zinc se le han atribuído, también, ventajas muy importantes en cuanto a su capacidad de actuar contra las infecciones y regular las funciones de los glóbulos blancos y revertir el deterioro de las funciones inmunitarias, como por ejemplo de la glándula timo, que en la madurez se encoge a un ritmo acelerado. Una fuente importantísima de zinc son las semillas de zapallo y también el germen de trigo, la avena y el salvado de trigo.
Todos los alimentos mencionados cumplen una verdadera función terapéutica, en tanto y en cuanto se utilicen no aisladamente sino como parte de un estilo de vida, de una totalidad de cambios que impliquen dejar todo aquello que debilita y baja las defensas naturales del organismo.

El contacto con la naturaleza

No solo de comida se nutre el ser humano, el acercamiento a la naturaleza es una fuente de vigor, de energía, de fuerza y uno de los caminos más importantes para prevenir y curar enfermedades. Ya casi en los albores de la civilización se destacaba la importancia que tenía para la salud el contacto con el poder curativo del agua, del aire, la tierra y el fuego.
La naturaleza permite descargar lo acumulado, la contaminación no solo de nuestro cuerpo sino de nuestra mente. Tanto los mares, como ríos y arroyos, las montañas y los bosques con sus arboledas nos nutren con su energía. El mar nos aporta minerales, su fuerza y bravura, los arroyos y ríos con sus aguas que provienen de ríos de montaña, también nos dan minerales y a su vez con su peculiar mansedumbre, esas aguas revitalizan al estar en contacto con ellas, no solo tomando baños sino también al verlas y escucharlas, los árboles absorben las partículas contaminantes del ambiente y generan una diafanidad limpiando el aire que respiramos.
La contemplación de la belleza natural, el contacto con plantas y flores serenan nuestro sistema nervioso, nos permite conectarnos con los sentidos, salir de tanto pensamiento mecánico y superficial. Es muy difícil que estos procesos puedan ocurrir en medio de las ciudades, aunque uno siempre puede buscar la forma de estar más cerca de la naturaleza, aunque sea en medio de tanto bullicio, pero hoy las ciudades están cada vez más contaminadas, más automóviles, más ruidos, más nerviosismo de las personas que a uno lo rodean y más estímulos para consumir y consumir, de ahí también tanto debilitamiento y enfermedad.
En medio de la naturaleza es posible generar silencio, en ese silencio uno puede conectarse con uno mismo y con la vida en su totalidad. Es llamativo como las personas le temen al silencio, dicen aburrirse cuando están solas, en general no pueden parar de hablar ni de tener ruido en sus cabezas, aunque sea estando solos pero pensando y pensando. Tanto pensar y tanto ruido interior debilita el sistema inmunitario, hay un enorme desgaste, todo se desvitaliza.
En el silencio todo se repone, surge una energía propia de la no acción, no hay división entre lo que “es” y lo que “debería ser”, lo cual genera un cuantum de energía, que cura. En el silencio, en la posibilidad de conectarse con el viento, con el sonido del agua, con la luz del sol o las estrellas, con la magnificencia de una montaña, con la blancura de la nieve, con el rojo, violeta y blanco de las flores, todo nuestro potencial humano se vivifica y en ese estado adviene la fuerza necesaria para contrarrestar la enfermedad.

El entramado entre los diferentes sistemas

Fritjof Capra, físico cuántico, investigador, dedicado al estudio e investigación de la “Ecología Profunda” y de una idea holística de la vida en todas sus acepciones, ha copilado en su libro “La trama de la vida”, investigaciones realizadas en los últimos años que han permitido comprender la interconexión y la existencia de una red entre todos los sistemas que conforman la totalidad de lo que opera en el ser humano.
Según la información dada en “La trama de la vida”, a mediados de los años 80, dos investigadores, relacionados con el campo de la ciencia, biólogos ambos, Francisco Maturana y Francisco Varela, desarrollaron la teoría de Santiago (En Santiago de Chile). Así como tantos otros científicos y físicos cuánticos lo han hecho, buscando la relación entre el cuerpo y la mente, llegaron a determinar que el cerebro es una estructura específica a través de la cual opera la mente y que la mente es un “proceso cognitivo” que actúa en todo el ser (cuerpo-mente). Por “proceso cognitivo” se entiende a la acción de conocer, percibir, advertir, aprender, que a su vez queda registrado en la memoria.
A través de estas investigaciones y de lo que hoy se denomina neurociencias, podemos llegar a descubrir como la mente opera en todo el organismo y entender la unidad cuerpo-mente, algo que para muchos resulta obvio pero que la forma antigua de observar la enfermedad separaba al cuerpo como una entidad y a la mente como otra.
El Sistema Inmunológico, según las llamadas neurociencias, actúa en forma de un entramado, como una red, interconectada con el sistema nervioso y que no actúa como según dice la visión clásica, como un sistema de defensa, de lucha, tratando de salvaguardar al organismo de los agentes externos malignos, sino que opera a partir de una capacidad de enlaces celulares con los agentes externos y también con sus propios componentes.
Según las nuevas teorías los anticuerpos propios del S.I. no solo tienen la función de neutralizar a los agentes externos malignos, sino también de regular a las otras células del cuerpo. Estas teorías de alguna manera convalidan el hecho de la relación que tiene el tener un sistema inmunológico alto con la prevención de cualquier tipo de enfermedad.
El S.I. según la visión de los neurocientíficos está íntimamente relacionado con el Sistema nervioso y el Sistema Endócrino, a partir de esta creencia es que ha tenido tanto desarrollado la especialidad llamada “Psiconeuroinmunoendocrinología”, que estudia, justamente todo lo relacionado con dichos sistemas y buscan encontrar el origen de las enfermedades a partir de dicha conexión.
Según las investigaciones hechas por Fritjof Capra, la neurocientífica Candace Pert y sus colegas en el Institutote salud Mental de Maryland, identificaron un grupo de moléculas llamadas péptidos, como mensajeros moleculares que facilitan la conexión entre los Sistemas, Nervioso, Inmunológico y Endócrino, convirtiéndolos en una sola red.
A los péptidos se los llamó anteriormente, neurotrasmisores, endorfinas, hormonas o factores de crecimiento. Los péptidos actúan interconectando las actividades mentales, emocionales y biológicas, siendo éstos la expresión biológica de las emociones. Los científicos descubrieron que las endorfinas, que son un tipo de neurotrasmisores, relacionados con emociones tales como la alegría y felicidad y que se suponía eran producidas solo por el cerebro, han demostrado que también son producidas por células inmunológicas. Según las investigaciones los péptidos se encuentran en todo el organismo, Candace Pert a partir de estos decubrimientos declaró “no soy capaz de establecer una clara distinción entre el cerebro y el resto del cuerpo”.
Antiguamente se creía que la mayor concentración de péptidos estaba en el sistema límbico, hoy a partir de todas estas investigaciones se decubrió que todo el intestino está cargado de ellos, de ahí que tanto se hable de “comprensiones viscerales”. La mayoría de los péptidos alteran el comportamiento y el estado de ánimo de las personas, el colon irritable es un ejemplo claro de ello, lo mismo las alergias y los desórdenes emocionales en la menopausia, el cáncer y tantas otras dolencias psicosomáticas. También podemos deducir cómo la ingestión de alimentos que excitan el Sistema Nervioso, tales como carnes, alcohol, azúcares y contaminantes ambientales (que entran al organismo por contacto con la piel o inhalación), generan alteraciones en nuestros estados de ánimo.

La inteligencia reguladora

¿Qué se necesita para que actúe la inteligencia que regula todos los sistemas biológicos, mentales y emocionales del ser humano?.
Lo primero que surge como respuesta es la libertad, entendiendo que ésta se dá cuando hay ausencia de la búsqueda de placer, de seguridad, de reconocimiento, cuando hay ausencia de arrogancia, resentimiento, cuando no se busca el poder, ni el manipular a los otros, cuando no hay autocentramiento, que es lo que le da cuerpo y forma al yo egoico, y también y fundamentalmente cuando como, según decía Erich Fromm, la necesidad de “tener” (conocimientos, bienes materiales, éxito, iluminación) impide el “ser”, es decir la integridad, la paz y la humildad.
Referencias:
“ Salud y Medicina Natural”- Dr. Andrew Weill, Editorial Urano.
“Sida, Macrobiótica e Inmunología Natural”- Michio Kushi, Martha Cotrell, Mark Mead. Editorial Gea.
“Los alimentos: Medicina Milagrosa”, Jean Carper, Editorial Norma.
“La trama de la vida”, Fritjof Capra, Editorial Anagrama.


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