La advertencia dada a su tiempo, en relación a la necesidad de preveerse de un repuesto de víveres, agua, candelas y combustible o leña para dar calor, por un período mínimo de tres días, permanece siempre valido, en previsión de una tempestiva aplicación del plano operativo: “Oscurecimiento Global del Planeta Tierra”.
Debido a que gravita persistentemente la amenaza de una guerra nuclear entre las potencias atómicamente beligerantes. Nuestra aviación permanece siempre alerta y pronta para su intervención, a fin de neutralizar rápidamente y pacíficamente, cualquier tentativa de abierto conflicto a escala mundial.Los medios a nuestra disposición están siempre alerta y en continua actividad y ya desde hace tiempo tenemos en asiduo control los distintos depósitos de material ofensivo atómico diseminado en vuestros territorios.
Miles de nuestras cosmonaves sobrevuelan metódicamente y con continuidad todas las rutas y todos los aviones de transporte de los ingenios atómicos dispuestos a su uso inmediato.Los vuelos diurnos y nocturnos de estos aviones que hacen parte del plano especial de “pronta intervención” son activamente sobrevolados y puestos bajo activo control por nuestros cosmoaereos, particularmente equipados para obtener; en caso de que estos aviones recibieran la orden de atacar inmediatamente, un rapidísimo anulamiento del potencial ofensivo atómico transportado.
También en las zonas donde se ha construido especiales comandos estratégicos, para el pronto uso de misiles intercontinentales con cabeza atómica y alto potencial destructivo, nuestras patrullas se alternan en las citadas zonas, sobrevolando los emplazamientos.Nuestra presencia, por especiales características de nuestra ciencia consciente, no puede ser advertida por ningún instrumento científico terrestre; por lo tanto, operamos silenciosos y muy próximos a las rampas de lanzamiento, con las precisas ordenes de volverlas estériles, en caso de que esto fuera necesario.
Algunas de nuestras grandísimas naves espaciales están constantemente en los estratos de la atmosfera terrestre y otras en los angares subterráneos que poseen en el subsuelo de la Luna. Estas naves están en continua alarma y dispuestos a efectuar, siempre en caso de un abierto conflicto entre las potencias nucleares, la absorción total o parcial de toda forma de energía producida sobre la Tierra con el fin de inmovilizar de modo inesperado todos los medios de comunicación.Otras naves tienen el cometido de absorber o converger los rayos energéticos de los corpúsculos solares en forma que provoquen el pleno obscurecimiento operativo “Oscurecimiento Global del Planeta” por un período de tiempo ya establecido.
En verdad, ninguno debería sentirse cogido por sorpresa, porque es verdad que el apocalipsis os advierte continuamente, desde hace 2.000 años, de cuanto hoy y ahora podría verificarse.
Por Eugenio Siragusa
Asthar, Argum e Ithacar
(8 de Noviembre 1965)
http://eugeniosiragusa.blogspot.com.ar/2012_03_01_archive.html
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